• Capítulo 4 •

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Todo se quedó en silencio hasta que se escuchó un fuerte portazo. Una de las sirvientas de antes entró y con voz temblorosa dijo:

-. El señor a vuelto..- 

Yo solo permanecí en silencio mientras miraba a Amir, quién ya tenía sus ojitos entre cerrados. 

Justo cuando el señor Aus (sí así decidí llamarlo ya que su nombre es un tanto extraño) estaba por hablar pudimos sentir un temblor que hizo sonar las ventanas, como cuando cae un rayo muy cerca. 

Levanté un poco la mirada cuando ví que la sirvienta se arrodillaba en el piso y bajaba la cabeza en señal de sumisión.

Las puertas se abrieron de golpe y ahí lo ví. Vestido con una remera ajustada que marcaba sus sexis abdominales, me miraba fijamente con expresión seria. ¿Será soltero? Su mirada bajo hasta Amir, que aunque ya estaba completamente dormido seguía succionando lentamente mi pezón. Me sentí un poco intimidada, pero gracias a dios el señor Aus habló.

-. Emm señor De Luca, que bueno que ya está aquí. Ella es Annelisse, la nueva nodriza del príncipe - dijo el señor Aus con voz tranquila, se ve que trabaja hace años con el señor James porque yo no podría hablar sin temblar como pollito recién nacido. 

Él solo se quedó en silencio y se acercó hasta quedar en frente mío, todavía mirándome fijamente a los ojos. 

-. Mucho gusto señor De Lu- —no terminé de hablar ya que el señor bajó la cabeza hasta mi pecho dándole un beso en la frente a Amir. Esta acción hizo que su mejilla tocara la parte superior de mi seno dándome escalofríos y haciendo que abriera grande los ojos. 

-. Señor De Luca desea qué le lleve los papeles que me pidió en la tarde a su oficina? — dijo Aus tratando de romper la tensión que se había formado en el salón. 

Él solo acarició la cara de Amir para luego asentir y salir de la habitación, no sin antes darme una profunda mirada que prometía muchas cosas. 

Yo solo me quedé ahí, mirando a la nada y sorprendida por el acto del señor James. 

-. Alma podría mostrarle a la señorita Annelisse el cuarto del príncipe y las cosas que tiene que hacer por favor.

-. Sí señor McLonins - ella me mira y con sus manos me señaló la puerta - por favor sígame señorita. 

Yo solo me levanté y la seguí. Subimos las grandes escaleras y pasamos por un largo pasillo ,durante el trayecto le saqué mi seno a Amir puesto que ya se había dormido, aunque se quejó un poco. Creo que éste niño va a dejarme seca en una semana, es muy glotón y eso que es la primera vez que lo amamanto.

Llegamos hasta la habitación de Amir. Ésta era muy grande y linda, contaba con las cosas necesarias para poder cuidarlo y entretenerlo. 

El brazo ya se me estaba cansando así que aproveché y acosté al niño en su cuna dándole palmadas suaves en el pechito cuando empezó a moverse en busca de mi calor. Cuándo se quedó quieto salimos en silencio de la habitación.

Alma me mostró la mía que estaba al lado de la de Amir y lamentablemente en frente de la del señor De Luca. 

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Después de que alma me mostrara toda la casa o bueno toda la mansión, me dijo las cosas que tenía que hacer, porque sí, tal parece que además de ser secuestrada y obligada a ser la nodriza del bebé de un desconocido también tengo que ser una sirvienta más del castillo. Aunque no me quejo, Amir es un amor. 

Ahora estoy acostada en mi cama pensando en cómo estará mi papá. Si ya se soy muy estúpida por pensar en él después de todo lo que me hizo pero me es inevitable después de todo es mi sangre.

Me puse de lado e intenté dormir pero a los minutos siento una mirada penetrante, una que me dan escalofríos. Con un poco de miedo entre abro los ojos y puedo ver la sombra de un hombre. Me siento rápidamente en la cama para empezar a gritar pero cuando miro ya no hay nadie....

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Tenkiu✨💜

(Señor De Luca en multimedia)

Nodriza del hijo del diablo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora