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r = realidad:
existencia verdadera y efectiva de algo o alguien.

minho despertó con dolor de cabeza, hacía ya tres noches en las que lloraba hasta dormirse, no sabía realmente la causa del llanto

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minho despertó con dolor de cabeza, hacía ya tres noches en las que lloraba hasta dormirse, no sabía realmente la causa del llanto.


ém amaba a jisung con todos sus sentidos y alma, su rechazo quemaba más que el fuego pero no tanto como los recuerdos que inundaban la cabeza del pelimorado.

lloraba de vergüenza, tristeza y por tanto querer. ¿porqué si el amor era tan lindo, podía hacer que se sintiera tan mal? esa era una constante pregunta que permanecía en los pensamientos de minho.

el pelimorado se talló los ojos con pereza y miró su celular, ya era sábado y apenas eran las once de la mañana. eso quizás le daría tiempo de prepararse psicológicamente para ver a jisung, a quien por cierto, había estado ignorando desde la lamentable escena en el auto del menor. ya había perdido la cuenta de cuántas veces había rechazado sus llamadas y había ignorado los mensajes del peliazul. pero ya era hora de enfrentar la realidad, después de todo él dijo que se verían el sábado.

tecleó en su celular el contacto de jisung y tocó una vez el ícono de llamada. uno, dos y tres tonos fueron necesarios para que el menor respondiera.

— ¿min?, ¿estás bien? intenté llamarte toda la semana y no respondiste, tampoco leíste mis mensajes... creí que habías desaparecido — jisung hablaba rápido, como si era fuera su única oportunidad para poder decirle eso al mayor, también se notaba cierto tono de intranquilidad en la voz del menor — ¿sigues ahí?

— si, aquí estoy... solo llamaba para preguntarte si faltaba algo para hoy en la noche — minho trató de sonar totalmente normal a pesar de que su corazón estuviera latiendo a mil por hora. un suspiro se escuchó desde el otro lado de la línea y nuevamente la voz de jisung respondió.

— no, pensaba que podríamos pedir algo y ver una película — el tono de voz de jisung se había suavizado y endulzó los oídos de minho, quien no pudo evitar que su corazón se derritiera como siempre lo hacía cuando el menor le hablaba suavemente.

— está bien, estaré ahí a las ocho — minho sonrió de forma boba.

— ok, nos vemos en la noche min — jisung cortó la llamada y minho se culpó por caer nuevamente en los encantos del hermoso chico, ¿pero quién no caería por han jisung? era casi imposible no enamorarse de él, era tan perfecto, brillante e inalcanzable como el mismo sol.

𔘓

el mayor paso la tarde tratando de no parecer un muerto viviente y pensando en la forma de ya no gustar de jisung, ya que sería muy triste seguir gustando de su amigo sabiendo que ya no tenía ninguna oportunidad con el menor. pero si fuera tan fácil poder eligir de quién gustar, minho no estaría ahora mismo en este gran problema, porque jisung podía ser hermoso y demasiado bueno, pero no era para minho, y minho no era para jisung, eso debía entender el mayor, pero aún así terminó vistiendo su ropa más linda para ir a ver al menor.

al llegar tocó la puerta y entrelazó sus propios dedos esperando a que jisung atendiera. cuando el peliazul abrió la puerta minho se sintió repentinamente ahogado, todas las horas de meditación y asimilación se fueron por el caño cuando vió a jisung, quien estaba tan hermoso como siempre.

— hola hyung — jisung besó la mejilla de su amigo como siempre lo hacía, ya era un gesto natural entre ellos. pero ya no se sentía igual, ese gesto ya no significa una pizca de ilusión para el mayor. ahora era como una pequeña espina en su corazón que dolía tanto como mil cortes.

— hola sunggie — ambos chicos se adentraron a la casa. minho trato de no concentrarse tanto en los recuerdos malos de la última vez que vió a jisung y entabló una conversación normal con él. recordando lo fácil que era para él hablar con el menor, siempre tenían de que hablar y cualquier tema parecía ser demasiado interesante si salía de los labios de su amigo.

— tenía pensado que pidamos hamburguesas y luego helado — comentó jisung — hace unos días compré un vino pensando en que quizás te gustaría — minho sintió una gran calidez en su pecho luego de escuchar a jisung diciendo que pensaba en él cuando hacía las compras.

— me parece bien, ¿podemos ver your name hoy? — minho puso su sonrisa adorable a la cual jisung nunca decía que no, bien, quizás casi nunca.

— está bien, aunque ya la hayamos visto cientos de veces y te sepas de memoria los diálogos... — se burló jisung.

— no es mi culpa, simplemente esa película me encanta, al igual silent voice.

— ya no me hables de esa película, no quiero verla porque vas a ensuciarme con tus mocos — minho soltó una carcajada y jisung le siguió. amaba como sus risas se mezclaban tan bien.

luego de que pidieran la comida y el postre, los chicos acomodaron el sofá de jisung para que estuviera más cómodo, colocaron mantas y almohadas para que sea más confortable. cuando el pedido llegó, oficialmente su noche típica de sábado había iniciado.

lo típico era poner toda la comida en la mesa ratona y recostarse en el sofá para ver las películas que habían visto cientos de veces, minho se recostaba sobre los hombros de jisung y éste le acariciaba las piernas con intenciones completamente inocentes.
en algún momento de la noche minho siempre está a punto de dormirse sin siquiera ver el final y con la mitad de el helado en su regazo, jisung simplemente mira a su amigo mientras toma la mano del mayor y se replantea lo que había dicho.

¿estaba bien haber rechazado a su amigo, cuando tenía serías dudas si solo era amistad lo que sentía cada vez que minho estaba en sus brazos?

¿estaba bien haber rechazado a su amigo, cuando tenía serías dudas si solo era amistad lo que sentía cada vez que minho estaba en sus brazos?

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𝗃𝗎𝗌𝗍 𝖺 𝖿𝗋𝗂𝖾𝗇𝖽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora