𝘖𝘖

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Cada día el mundo se llena de más crueldad, de más suciedad, a muchas personas no les importa lastimar a nadie sin ponerse un momento a pensar de que podrían hacerle eso a sus familias. Las chicas ya no pueden salir vestidas como les gusta porque ya lo toman como una posible provocación para abusar sexualmente de ellas, apenas el sol empieza a esconderse y el cielo a tornarse oscuro no puedes andar solo o sola en las calles, porque quizás al otro día puedes aparecer en la portada del periódico. Chicas y chicos jóvenes con toda una vida por delante, día tras día aumentan las noticias de secuestros y violaciones, pero nadie hace nada.

A nadie le importa. Hasta que le toca vivirlo en sus propias carnes.

Si le preguntaras a alguno de los estudiantes de la Escuela de Artes Escénicas de Seúl sobre Yang JungWon, algunos responderían inmediatamente que es muy amable, agradable y otros que es muy inteligente y un buen coordinador de grupo. Ciertamente, JungWon sonreía y saludaba a todos cuando los encontraba en el pasillo, se ofrecía a ayudarlos en alguna materia que necesitaran y siempre tenía un consejo para darte en caso que necesitaras su ayuda. Entonces, ¿Por qué él? Nadie lo sabía. Ya eran las dos de la mañana y JungWon no regresaba a casa preocupando a sus familiares, ¿Se habrá quedado hasta tarde estudiando?

Su madre llamó a todos sus amigos pero ninguno de ellos pudo decirle el paradero de su hijo, angustiada, llamó a la policía informando la desaparición de su hijo menor. Ese veintidós de septiembre, se abrió la investigación sobre el paradero de Yang JungWon.

Consultaron por aquí y por allá, recorrieron todo el colegio, pero no lograban hallar nada, hasta que llegaron al estacionamiento y ahí estaba: la bonita mochila color azul que su madre le había dado por su cumpleaños, llena de tierra y manchas de sangre. Se creyó lo peor. Pero la madre del muchacho siguió insistiendo en que su hijo debía estar por ahí, que debían encontrarlo, sumida en su desesperación y llorando mientras llamaba su nombre.

¿Alguien podría oírlo? ¿Acaso estaba hablando consigo mismo?

Cuando Park JongSeong miró la carpeta que contenía los datos del jovencito pensó que era una lástima, tenía todo un futuro por delante. Le aseguró a su madre que lo encontraría.

Aunque no estaba seguro de poder encontrarlo con vida, JungWon ya estaba tocado, y ahora él las llevaba en ese absurdo juego de las escondidas.

𝗧𝗮𝗴, 𝘆𝗼𝘂'𝗿𝗲 𝗶𝘁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora