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2 años antes
Atenea salió de la mansión Hidalgo, con lágrimas en los ojos, ninguno de sus hermanos estaba en casa, ni su padre, así mejor. Atenea mientras caminaba sin saber dónde parar, lloraba, no le importaba que la gente la este viendo, su propia madre no le creyó a su propia hija.
Al pasar del tiempo la única hija Hidalgo miró donde estaba, nisiquiera sabía cómo había llegado hasta aquí, estaba en la playa.
La chica se quedó sus zapatillas, y se adentro en la arena. Habían personas aún que se encontraba ahí, ya estaba guardando sus pertenencias.
Atenea se sentó en la arena mientras veía las olas, se preguntaba si su madre la quiera o a sus hermanos, tal vez si los quiera, a su manera, o simplemente no.
— ¡Te estoy diciendo la verdad! — grito Atenea a su madre, está solo la miro y negó —
— Dios, Atenea no te cansas de decir mentiras, simplemente quieres llamar la atención — dijo Sofía —
— Claro que no quiero llamar la atención, ¿Por que no me crees? — pregunto Atenea, ya la chica estaba a nada de llorar —
— Atenea no tienes pruebas de lo que dices
— ¡ME VIOLARON MAMÁ! No sólo una persona mamá, fueron dos, se reían de mi. Y no fueron personas de por aquí, fueron tus propios amantes. — Sofía no dijo nada, simplemente se fue, dejando a Atenea sola, como siempre —
—Nea, linda —dijo Claudia, se acercó corriendo a Atenea para abrazarla — Yo te creo linda, nunca estarás sola, no mientras yo esté aquí — beso su cabeza —
Claudia es la única que sabe, aparte de su madre, pero ella si le creyó.
— Hola — dijo una voz masculina detrás de ella, Marco — te vi desde allá sola y me acerque, espero no molestarle.
— No tranquilo — sonrió Atenea. — es un lugar libre puedes estar donde quieras
— ¿Estás bien? — pregunto —
— Me veo mal
— Bueno tu siempre te ves bien, pero hoy te ves triste, bueno desde hace una semana te veo de ese modo.
Atenea en ese momento solo quiera un hombro para llorar y el se lo dio...
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— Yo no le pertenezco a nadie — dijo Atenea mientras miraba a Marco a los ojos —
— Eso ya lo sé, pero yo sí te pertenezco a ti, yo soy todo tuyo Atenea — dijo Marco para después besar a Atenea —
