Hey Stupid, I Love You ↬ jjk

Draft 02!

[ Haneul ]

El día no podía haber empezado peor. Tenía la alarma programada para las 7 de la mañana pero mi móvil decidió rebelarse contra mí y ha acabado sonando una hora más tarde. He tenido que hacer malabares esta mañana mientras me lavaba los dientes a la misma vez que me ponía las zapatillas. También me ha tocado tomar decisiones de vida o muerte. ¿Me maquillo un poco para no parecer que he salido de The Walking Dead o desayuno? No quería llegar de primeras y espantar al niño, así que la opción ganadora estaba más que clara.

Según la conversación telefónica que tuvimos, tengo que llegar a las 9 a la dirección que Sungdeuk me ha facilitado. La noche anterior me dijo que dispondría de todas las comodidades de su casa para estar con el pequeño, pero debido a un inconveniente de última hora tengo que ir a su lugar de trabajo a cuidar de él. No conozco mucho la zona pero viendo la dirección juraría que el edificio se encuentra en una calle principal. Sin embargo Google Maps me está desviando por muchos callejones y mi paciencia está empezando a irse al garete. Tras respirar profundamente un par de veces para tranquilizarme sigo el recorrido que me señala la flecha y unos minutos después llego a lo que parece ser la parte trasera de un edificio. Iba tan concentrada en el móvil que no estaba siendo para nada consciente de lo que me rodeaba. Por eso cuando miro hacia arriba, casi me caigo de culo de la impresión porque es enorme. Una construcción de por lo menos 20 pisos y de puro cristal. Un edificio así de impresionante debería de tener una entrada igual de impresionante y de fácil acceso además. Así que... ¿Por qué tenía que entrar por la parte trasera?

Tiro de la manivela, que de seguro cuesta más que mi vida, y entro al lugar. Se puede decir que tienen una mañana ajetreada porque varias personas no paran de ir de allá para acá. A la derecha hay un mostrador de madera clara tras el cual se encuentran tres recepcionistas bastante ocupadas contestando llamadas. Dispuesta a obtener un poco de información empiezo a acercarme al mostrador, pero algo pasando a la velocidad de la luz por delante de mí me corta el paso. Un chico, de no más de 20 años, subido en una especie de tabla con ruedas va deslizándose por el suelo a toda hostia y riendo como un loco.

—¡Taehyun! Al final matas a alguien hoy —dice un chico moreno, con alguna que otra mecha rubia, que se acerca a mi preocupado—. ¿Estás bien?

—Sí, tranquilo —le lanzo una sonrisa cálida para tratar que su preocupación desaparezca.

—Soy Beomgyu, te he visto un poco perdida ¿Necesitas ayuda?

—Estoy buscando a alguien, se llama Sungdeuk.

—¿A nuestro coreógrafo?

—No sé cuál es su trabajo, solo sé que tengo que cuidar de su hijo y me pidió que viniese aquí.

Beomgyu, tras saber el propósito de mi visita, me pide que lo siga para llegar hasta Sungdeuk. Me conduce por varios pasillos totalmente grises hasta que llegamos a un tramo de escaleras, detrás del cual viene otro y otro y otro. Después de subir lo que he calculado como aproximadamente 5 pisos andando estoy para que me den una mascarilla de oxígeno.