Capitulo 13

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Mix

No sabía dónde poner sus manos, o dónde mirar, no sabía ni qué decir; el profesor Pirapat parloteaba sobre algo  y Mix apenas podía asimilar que estaba sentado a su lado en un carro. No quiso sonreír, era una estupidez porque: que él estuviera tan emocionado no significaba que para el profesor Pirapat era lo mismo.

¿Quien en su sano juicio se fijaría en él? En primer lugar no era bonito, ni tenía algún detalle que resultara atrayente o atractivo; además de que el profesor era exactamente eso, un profesor,  jamás se fijaría en uno de sus alumnos, y mucho menos si era un chico.

Con la mirada fija en las manos morenas del hombre dio un suspiro inconsciente que atrajo la atención sobre él.

-Sé que es viejito...- el profesor acarició la consola de la radio y Mix lo encontró adorable,-... pero no se va a dañar, lo prometo.

-¡No! ¡No es eso!- se apresuró a aclarar y tuvo que inventarse una mentira en la marcha. -Estaba... estaba viéndolo... digo, cómo conducía...

-¿Sabes conducir?

-¿Yo?- Mix se había distraído un poco viendo sus manos agarrar con firmeza el volante.- No... no sé manejar.

-¿Tu padre no te ha enseñado?- parecía bastante sorprendido.

-No... Él dice que eso lo tiene que hacer el chófer, no nosotros...- ni por mucho que lo había intentado cuando era joven su padre jamás lo dejo sentarse tras un volante.- De hecho... esta es la primera vez que me siento en el asiento del copiloto, mi padre dice que ahí van los trabajadores y ayudantes.

-Oh, lo... lo siento- el hombre lo miro nervioso e hizo un intento de orillar el auto, seguramente para cambiarlo de asiento.

-¡No! ¡Estoy bien!- Mix sujetó su mano para evitar que diera vuelta al volante y el hombre mantuvo su camino.- Me agrada ir aquí... es algo nuevo para mí...

Los dos se quedaron en silencio por unos minutos, con el carro avanzando por la noche, cada uno sumidos en sus pensamientos. Mix por un momento llego a creer que había ofendido al hombre por lo que cuando esté volvió a hablar se sintió aliviado.

-¿Y entonces... cómo es que conseguiste está libertad repentina...?- la pregunta lo cogió tan desprevenido que no supo que responder.

No había sido algo que buscaba, y de hecho era una libertad que no quería por lo que tuvo que sacrificar por ella. Pasó el día en que su madre había ido al colegio de Mix y se encontró con el señor Voyage y su hija. Su madre supo de su compromiso y, conociendo cómo conocía a su padre, entendió inmediatamente que era algo que Mix no había elegido.

Había mirado con enojo a su esposo durante todo el almuerzo, con fastidio a su futura nuera y con resentimiento a Mix, y buscó hablar con el inmediatamente después que se fueron las visitas. Pero su padre lo evitó  y Mix terminó con él en su despacho antes que con su madre.

-Le dirás qué fue tu decisión- la voz del hombre ni temblaba, calmado como siempre simplemente ordenó.- El compromiso ya está arreglado y no hay marcha atrás.

-Pero... Papá...

-No quiero que se meta en el medio, es tú obligación apaciguar a tu madre...- el hombre siguió como si nada, pero con una mueca de fastidio en el rostro.- Seré justo y a cambio de eso te daré algo que quieras.

-¿A cambio de eso...?

-A cambio de tu compromiso. Te daré libertad a cambio de que te cases sin crear problema y que saques a tu madre del asunto. Podrás volver a salir cuando quieras y regresar a la hora que desees, siempre y cuando te somentas a mi decisión con el compromiso.

Quédate Conmigo (Adaptación EarthMix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora