Siempre fue al revés

Reina del estilo

La batalla de la realeza 1/3

Le cambie el nombre porque son dos mujeres y un hombre y se me hizo raro ponerle reinas a todos.

Pedido por mucha gente, no puedo poner todos los nombres.

En algún punto de nuestra hermosa, contaminada y ciega Paris nuestra querida protagonista revisaba por decima vez cada detalle del sombrero que había hecho.

-Siento que es el sombrero mas feo del mundo y Adrien tendrá que usarlo frente a todos- le dijo a su kwami con el bombín en mano -Tengo cero talento, me odiara después de esto ¿Te imaginas? ¿Qué hare si me odia? Mi mejor amigo no asistiría a mi boda con Chat noir- dijo enterrando su rostro en la almohada de su diván.

Tikki observaba el comportamiento de su portadora queriendo sacudirla y gritarle la verdad en la cara, no entendía lo complicados que eran los humanos pero sabia que a ella no le correspondía decir tal cosa, además de que no era seguro así que por el momento se mantendría callada.

-Eres una gran diseñadora Marinette, además si tu sombrero es tan feo ¿Por qué Gabriel Agreste lo escogería para su desfile de bodas?- le dijo guardándose las ganas de ir a comprarle unos anteojos.

-¿Pero y si la gente nota que es una pluma sintética y no una real?- pregunto preocupada por ese pequeño detalle.

Mira que si a mi me dices que llevo una pluma de paloma real en el sombrero me lo quito y lo aviento.

-Hiciste lo correcto al reemplazarla, con sus alergias Adrien estaría estornudando por toda la pasarela- le dijo intentando calmarla.

-Tienes razón, su alergia a las plumas... ahora que lo pienso Adrien tiene la misma alergia que Chat noir- dijo la chica pensando un poco.

Esto llamo la curiosidad de su kwami, no era posible ¿o si? Después de tanto tiempo, ella por fin se esta dando cuenta de...

-Es curioso ¿Qué crees que este haciendo mi gatito en este momento?- pregunto la chica cambiando el tema y mirando por la ventana sin notar el golpe en la frente que su kwami se dio.

Demasiado bueno para ser verdad.

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La azabache se encontraba a pleno ataque de ansiedad y crisis existencial por el desastre que creía que era su sombrero, estaba casi segura de que la Reina del estilo iba a odiarlo y cuando estaba por correr de regreso a su casa escucho la voz monótona de Nathalie.

-Ahí estas Marinette, todos te están esperando- dijo la mujer señalándole el camino a la chica sin darle tiempo de hablar -Los vestidores están por aquí, ya es tarde- dijo entrando en el lugar obligando a la ojiazul a seguirla.

Pero se puso muy nerviosa cuando sintió su instinto Marinette activarse, ese que es un nudo en el estomago que aparece justo unos segundos antes de estar por arruinarla en grande.

Aunque raras veces termina siendo un logro extraordinario, después de todo lo sintió en la segunda batalla contra corazón de piedra.

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El rubio se veía al espejo con el atuendo que su padre había diseñado intentando darle los últimos toques que le faltaran y esperando sentirse un poco mas cómodo.