Después de la 2da guerra mágica
Harry se encontraba recorriendo los pasillos de la mansión Black, veía lo que podría haber sido su hogar con Sirius, un nuevo comienzo lejos de los Dursley y vivir con alguien que, si lo quería y lo cuidaría realmente, pero eso ya no iba a pasar, y había perdido más que eso en la guerra. Había sido el precio para poder desterrar el mal, no hubiese querido pagarlo, pero ya había pasado y no podía volver el tiempo
Había decidido conocer la habitación de Sirius, ya que con todas las cosas que habían sucedido, no pudo conocer mucho del lugar. Al abrir la puerta, las partículas de polvo le hicieron cosquillas en la nariz, mostrando que nadie entraba ahí desde hace mucho tiempo, y si no recordaba mal, él se había escapado a los 16 de ahí, así que suponía que desde entonces nadie usaba la habitación. En las paredes estaban varias banderas de Gryffindor, así como posters de motocicletas y mujeres en la cuales no iba a entrar en detalles, era la habitación de un adolescente que quería dejar una impresión en sus padres
Estaba todo desordenado, y por la ventana entraba un pequeño rayo de sol que lo ayudaba a ver. Recorría toda la habitación, que no era tan grande como había creído, pero tampoco tan pequeña, era básicamente perfecta. Había esperado que no hubiese ropa de ningún tipo, sin embargo, había chaquetas de cuero viejas, que ni al mismo Sirius le hubiesen entrado antes de irse
Mientras revisaba cerca de la cama, encontró un cuaderno de cuero negro, cerrado con los cordones del mismo material. Lo abrió por pura curiosidad, la mayoría de las páginas estaba escritas, era una letra prolija y no tan remarcada, en manuscrita, entre fechas que el todavía no había abandonado la casa, era cerca de sus 16. Jamás hubiese creído que Sirius escribía un diario
Tomó asiento en la cama y abrió una página cualquiera. Noviembre de 1974, cuando tenía 15 años
- Diario, ha sido un mes complicado... - comenzó a leer
Flashback:
Apenas había salido de su habitación para comenzar con sus clases, vio algo que no le gustaba. Remus estaba hablando con una de las chicas más grandes, y le sonreía, ambos lo hacían, y no le gustó para nada. Todo eso venia pasando hace unas semanas, en las cuales, no ha cruzado muchas palabras con el hombre lobo, lo que no era algo usual, ya que solían pasar mucho tiempo juntos, sea durante las clases, entre estas o en los dormitorios, así que podrán darse una idea de lo raro que era todo esto para sus amigos, más para Remus, que no entendía porque de un día al otro, el azabache le había dejado de hablar.
Pasó rápidamente por al lado de estos y salió de la sala común hacia el gran comedor, sin ver la mirada triste que le lanzó Remus. Llego rápidamente y tomo asiento al lado de James que devoraba su comida junto con Peter. Se sirvió un poco de té, pero ni siquiera podía hacer eso, no podía concentrarse, y al parecer James lo había notado, ya que había dejado de comer para mirar a su amigo, con un mote preocupado
- Padfoot, estas bien? – el mayor asintió y sorbió un poco de su té, James miró a Peter, ambos con miradas preocupadas – ¿estas seguro? Hemos notado que estas así hace ya unos días. ¿Estas preocupado por algo?
- Y más callado, lo que no es muy usual en ti – añadió Peter, James asintió dándole la razón
- Estoy más que bien, no me preocupa nada, malas noches y una nota de mamá. ¿Puedo quedarme contigo en el verano? – no era mentira, pero tampoco era la razón de su reciente decaída. James asintió, Sirius sabía que siempre podría irse con él si así lo deseaba
- Sabes que sí, pero usualmente las cartas de Walburga no te afectan mucho – Sirius detestaba en ese momento cuanto lo conocía James
- Cruzó la raya, eso es todo – logró ver de reojo que Remus se acercaba a la mesa – olvidé mi varita en el dormitorio, iré a buscarla antes de que comiencen las clases, los veré ahí – se levantó rápidamente y salió del lugar. Los ojos de Remus se oscurecieron y su rostro decayó
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THE DIARY
FanfictionHarry encuentra un viejo diario que le pertenecia a Sirius cuando era joven