Rewrite the Stars

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(Seko and Skiff)

You know I want you
It's not a secret I try to hide

Skiff

Hay veces veces las que no concuerdas con las ideologías de tu familia. Por lo general siempre se ha inculcado que el hombre es quien debe darlo todo en la relación para que prospere, nosotros no merecemos un pizca del sincero amor que una chica nos haya podido dar, nos vemos obligados a soportar tanto y recibir poco, darlo todo y callar al hacerlo. Desde que tengo memoria, mi padre me ha demostrado que debo ser el protector, quien proteja a mi futura pareja así como él lo hacía con mi madre. Me parecía una idea magnifica al comienzo, yo sería el héroe que toda chica quisiera y mereciera, me verían como un hombre fuerte al protegerlas y darles seguridad y confianza. Sin embargo consideré que un gran guerrero merecía una mujer valiente como él, una mujer que sepa valorarlo y así ser felices juntos. Mi punto de vista jamás fue bienvenido con el resto de mi familia, llegaban a hablar a mis espaldas varias veces, creían que yo era un débil muchacho que necesitaba ser protegido por un príncipe o simplemente me daba flojera luchar por mi propia cuenta, sin embargo lo que jamás vieron de mí fue el arduo trabajo que empeñe para poder ser fuerte y defenderme por mí mismo. El ser mi propio héroe y brillar para mí.

Jamás he considerado que sea alguien tan expresivo, suelo esconder mucho mis sentimientos y me apena el hecho de respirar mal. Mi personalidad ha sido introvertida y el hecho de sonrojarme muy seguido me parece gracioso, sonrojarme por estar con mis amigos, recibir halagos o ser el consentido de los profesores. Antes solía ser más tímido, por todo lo que les mencione antes, me hacía falta seguridad en mi mismo y también lograr mostrar un poco de voz ante mis mayores. También pasaron muchas cosas en mi pasado, el simple hecho de perder a mis padres, quienes me comprendían y apoyaban, fue un golpe demasiado duro para mi yo de 10 años. El hecho de sentirse solo e ignorante por no poseer una respuesta clara a lo que me estaba pasando me consumía mucho. Me llegué a sentir como un completo idiota al no ser capaz de protegerlos, el haber sido tan débil y tonto me acababa.

Se conoce que un arcoiris no sale sin la tormenta que dejó, no es capaz de resplandecer sin un poco de lluvia, ahí es donde aprendes que de las peores tormentas vienen las mejores personas. En ese periodo de infierno, conocí a dos personas que me iluminaron el camino, la primera persona que conocí fue una niña de mi misma edad llamada Seko, vivía cerca de mi casa y siempre se preocupaba por mi estabilidad emocional, aunque ella solía decir que no la tenía porque su equipo favorito de fútbol no había clasificado o su videojuego favorito asesinaba a algún personaje que amaba con todo su ser, era alguien tan opuesta a mí,  alguien que brillaba con todo lo que a mi me hacía falta, se convirtió en mi mejor amiga con el paso del tiempo y también fue mi gran consejera.

Seko siempre ha sido diferente al resto de chicas, su manera de vestir nunca fue femenina, sus gustos eran diferentes y el rosa no estaba entre sus colores favoritos, amaba vestir con hoodies a menudo y pantalones flojos que tenían las bastas rotas era común que su guardarropa tuviese tonos oscuros y grises. Su cabello era de un celeste intenso, corto a la altura de su cuello, siempre agarrado en una coleta. Su rostro era adornado por dos cicatrices en la mejilla derecha. Pese a todo siempre lucía tan brillante como las estrellas.

Con el tiempo aprendí a amar cada uno de sus defectos y equivocaciones, amaba su estilo de vestimenta, era tan único y hermoso así como ella. Nunca pude entender a esas chicas que la criticaban por sus gustos y costumbres. Jamás vi nada de malo en ser diferente y especial como ella. Ella era la mitad que me hacia feliz a pesar de todo. Y con todo esto olvidé mencionar a mi mejor amigo, sin embargo a él ya lo han conocido antes.

La música que necesito (Castle Swimmer) (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora