Cap 1: Cuando nos conocimos

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—¿Ahora qué haces Win? —preguntó Tay al entrar a nuestro dormitorio. Baje la revista que estaba leyendo para mirarlo.

—Leo mi compatibilidad con los signos —mi vista volvió al artículo que leía.

—No me digas que con el signo de Bright —Tay se sentó frente a mi.

—Estas en lo correcto, estoy leyendo la compatibilidad de Piscis con Capricornio. Se supone que Capricornio es muy sensible, joder Bright no es para nada sensible.

—Win, no lo conoces realmente.

—Tsk, como digas.

—¿Y qué? ¿Son compatibles o no?

—¿Quieres que lo lea en voz alta? —fije mi vista nuevamente a él y asintió —Bien. Piscis y Capricornio forman una pareja compatible. A pesar de que no sea una atracción potente, en cuanto se conocen, empiezan a acercarse más el uno al otro, se buscan pero se dejan ir, como un quiero y no quiero, como un juego que sólo ellos parecen conocer.

—Eso quiere decir que...

—Que aún por los problemas y eso piscis necesita estar junto a Capricornio. Es de 20%... —suspiré desanimado.

—¿Puedo decirte algo Phi?

—Sí —deje la revista a un lado y me acosté en mi cama encimando mis piernas en el regazo de Tay.

—No deberías hacerle tanto caso a la compatibilidad de los signos, ni a los horóscopos, nada de esa mierda.

—Esa mierda a veces tiene razón.

—Win, de verdad, no lo arruines... Tu sólo deja que la atracción fluya —Tay sonrió —Puede que sean muy opuestos y tengan las mínimas cosas en común, pero de una una manera u otra tal vez no se quiera separar de ti porque Win tu eres una persona única y te juro que cualquiera puede enamorarse de ti si tu así te lo propones —sus palabras hicieron que me levantará y le diera un abrazo, de esos que te dejan sin aire.

—¿Te he dicho que te quiero Tay?

—Nope —dijo con dificultad —No puedo respirar Win.

—Pues, enhorabuena, te quiero, eres el mejor puto amigo que pueda haber en el mundo.

—Oh, yo lo sé, yo lo sé, pero Win, mis palabras sólo funcionan si le intentas hablar. Será más fácil acercarte a él porque eres hombre.

—Lo estaré pensando Tay, tal vez lo haga...

—¿Qué? ¡No! Nada de tal vez, lo harás y punto.

—¿Y sino qué?

—Tengo mis propios medios Tay, no te conviene.

—Como sea, debemos sacar el libro de literatura antes de que cierren Tay —me levanté de mi cama.

—Mierda, tienes razón —se levantó apurado buscando su tarjeta de biblioteca.

Tay era muy desordenado, se podía ver la diferencia, la mitad del cuarto desordenado, la cama no hecha, calcetines y boxers por donde sea, basura de comida, la pared sucia, el escritorio era sólo una maldita montaña de basura. Mientras por mi lado siempre mi cama está hecha, mis libros están acomodados, mi escritorio lo tengo libre, somos tan diferentes.

Al encontrar su tarjeta caminamos fuera del dormitorio hacía la biblioteca.

—¿Tú ya hiciste la tarea de administración? —preguntó al doblar una esquina.

—Si, anoche la terminé.

—¿Me explicas?

—Tay, ahora salgo...

Operación: Enamorar a un heterosexual. [Adapt. BrightWin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora