¿Quién es, Harry? [Harco]

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"Ya lo saben, es oficial"

Draco levantó la vista de sus pergaminos y la centró en su novio.

"Ya les dije todo directamente, además de que sabía que nos espiaban. Todo" Harry caminó un tramo más y se dejó caer sobre el sillón más cercano al rubio. Luego sonrió.

Ya no habría porque esconderse, ni sentir presión, ni nada.

Habían comenzado su relación en secreto para salvarse de la publicidad, pero no podían vivir así. Harry, pese a su corta edad, sabía que Draco era aquella persona con la que quería despertar cada día, tomar el desayuno, asear su hogar, cocinar y básicamente vivir y pasar el resto de sus años.

Draco pensaba igual. A pesar de que ninguno lo decía de frente y en voz alta, se lo demostraban continuamente con pequeños detalles, detalles que solo tenían entre ellos.

Si en algún momento planeaban mudarse juntos, casarse o hasta intentar adoptar un niño, no lo podrían hacer ocultos. A demás era ridículo que por la opinión ajena no pudieran ser felices y demostrarse amor libremente.

Se hartó.

Esa misma mañana a penas pasó media hora desde el desayuno se encargó de reunir a sus amigos y les contó todo.

Como había comenzado. La amistad con la que todo empezó, como se dió cuenta que sus sentimientos habían superado la barrera de lo amistoso, como le pidió salir y finalmente porqué habían decidido mantenerlo en secreto.

No es que les debiera alguna explicación sobre porque amaba a Draco, pero quería ahorrarse problemas a futuro. Conocía a sus amigos, y si bien ahora parecían bien con su relación, puede que en unos semanas o meses comenzaran a verle problemas inexistentes y trataran de separarlos para, según ellos, garantizarle felicidad.

Por lo que prefirió contarles todos y poder vivir tranquilo. Si ya después de eso se atrevían a interrumpir con suposiciones tontas entonces estarían fracasando la pequeña prueba de Harry, demostrando quienes eran y quienes no eran verdaderos amigos.

Draco se levantó de su sillón y caminó hasta el de Harry. Hizo que se levantara, se sentó e hizo que volviera a sentarse esta vez en si regazo. Una vez acomodados y con Harry abrazado a su cuello, lo envolvió con sus brazos.

La sala común de Slytherin era perfecta para esas cosas de pareja, a diferencia de la Gryffindor en la que siempre había ruido y alboroto, en la de las serpientes casi siempre había calma.

Sus alumnos estaban más concentrados en hablar con sus amigos en una esquina, hacer tarea, leer o simplemente descansar. Nadie molestaba más de lo necesario (no como en Ravenclaw, en la que el silencio era abrumador y solitario pues allí preferían leer casi las veinticuatro horas del día y eran más reservados entre sí. Es irónico, pero cierto)

"Entonces ahora podré alejar a ese tonto Hufflepuff de ti de una vez, ya me tiene harto" Escuchó a Harry reír sobre su cuello "No es divertido, siempre tan encantador y sonríente por todos lados. Parece un muñeco ¿No has probado con picarle la cara para ver que no sea de plástico?"

"Puedo tratar, pero deberé acercarme a él y tocarlo" Respondió divertido.

"No, deja. Lo probaremos con un hechizo en el culo"

"¡Draco! Él no es malo, para con los celos tontos"

Draco refunfuñó y abrazó a Harry más fuerte. Harry pensó que le recordaba a un gato y no pudo evitar reír ante la imagen.

Definitivamente había encontrado al amor de su vida.

Fin.