Original

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Corrí lo más lejos que pude del pueblo que ahora estaba invadido por licántropos. El único lugar al que podía correr era la mansión Beneviento, el único lugar lo suficientemente cerca que los licántropos evitaban

Me rasguñaron los pies desde el suelo hasta las pantorrillas, me cortaron los talones con arena fina y la sangre de las heridas se mezcló con la tierra húmeda del camino. El bosque que se extendía frente a la mansión era horrible, lleno de muñecas colgantes y tumbas que me hacían correr más rápido y más adentro de la finca.

La casa parecía vacía desde aquí, la puerta estaba abierta y dejaba entrar una ligera brisa. Asomé la cabeza por la puerta, mirando a mí alrededor. La casa me dio una sensación de inquietud, el ruido del interior fue amortiguado por la ruidosa y bulliciosa cascada junto a ella. Caminé hasta el área de la sala de estar, pisoteando parches húmedos de tierra sobre la alfombra limpia. Se siente como si algo me estuviera mirando.

-... ¿hola? ¿Podría quizás quedarme aquí un rato?- Mi voz hizo eco a través de la casa vacía, solo muñecas cubrían las habitaciones, riendo y parloteando. -..¿Hay alguien aquí?- Caminé más adentro. Mis pies dejaron un rastro de hierba mojada, tierra y sangre.

Un ligero golpe vino de un fregadero que gotea en la cocina. Era sencillo, los platos se lavaron y guardaron, los cubiertos se colocaron prolijamente en los cajones y la comida se mantuvo organizada en la nevera. Me quedé mirando alrededor de la cocina un poco antes de darme la vuelta. Hubo un movimiento detrás de mí, un ligero zumbido vino desde la puerta.

-Oh, un pequeño ladrón ¿ eh ?- La risita chirriante pertenecía a una muñeca flotante en la puerta de la cocina, lo que me hizo saltar. Me giro hacia la muñeca y retrocedo hacia algo sólido haciendo que dos manos agarren mi cintura, evitando que me caiga.

-¿Perdido?- Una voz susurra en mis oídos. El agarre se aprieta. –C-¿Cómo hiciste?- Esta mujer no estaba detrás de mí antes. La risa de la muñeca hizo eco a través de las otras muñecas, haciéndose más y más fuerte por segundo.

La dama detrás de mí inhaló en el hueco entre mi hombro derecho y mi cuello. Luego, ella me empujó hacia su pecho envolviendo sus brazos alrededor de mí, haciendo que mi pecho se hinchara de miedo. Mis palabras quedaron atrapadas en mi garganta haciéndome tartamudear.

- (Rápido piensa algo) Lo siento, c-creo que me equivoque de casa ¡lo siento por molestarla!- Hago un movimiento hacia la puerta, pero el fuerte agarre de la dama me mantiene quieto.

La dama apoyó la cabeza en mi hombro y me dio una breve vista de sí misma. Su cabeza estaba cubierta por un velo negro y los brazos alrededor de mi cintura estaban cubiertos hasta la muñeca con la misma tela negra.

-Oh, no puedo dejar que mi cita para jugar se vaya tan pronto, quédate un poco más, ¿no?-, La voz de la muñeca se burlaba de mí; se movió, agarró mi cabello y examinó todo mi cuerpo. Las manos de la otra mujer no me dejaron, se quedaron en un fuerte agarre alrededor de mi cintura.

Parece que las dos me esperaban aquí. Estaba atrapado entre ellas y no podía moverme a ningún lado sin usar la fuerza. Las muñecas deberían haber sido la primera bandera roja.

Fue un error venir aquí, no puedo quedarme. Como intento de último minuto, me quito sus brazos y la empujo hacia atrás. Mis brazos se enredan en una tela de su vestido, así que lo jalo hacia mí, rasgándolo lejos de su rostro, revelando su mirada apagada y expresión fría. Uno de ellos estaba cubierto con una mutación de piel y cicatrices. Solo deja una confusión de piel y venas sobre su otro ojo.

La muñeca se echó a reír y se alejó de mi cuerpo. Parecía notar que yo miraba hacia la puerta. -Oh , oh, debes tener las agallas . Nadie sale vivo de la mansión Beneviento -. Las risitas llenaron la habitación de nuevo y la dama se quedó en silencio, mirándome. Su mirada parecía haberse vuelto más fría.

Yandere Donna Beneviento x ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora