CAPÍTULO 2

36 0 0
                                    

Detesto que me den tan poco tiempo para arreglarme y que mi único día libre se vea truncado por la presencia de este amigo/ conocido de Tom.

Me toca prepararme muy deprisa sin poder relajarme ni tomarme mi tiempo. Cuando ya salgo de la ducha me pongo la lencería roja que reservé para esta ocasión. De ropa escojo un vestido plateado corto que tapa lo necesario acompañado de unos tacones altos del mismo color. Maquillaje lo he dejado "natural" resaltando con un labial rojo mis labios. En el pelo no me hago nada más que planchármelo y que caiga por detrás de los hombros. 

Mentiría si dijera que no estoy nerviosa porque lo estoy, y mucho. Satisfacer a clientes es una cosa, satisfacer a este tipo de clientes es otro nivel. Lastimosamente, he perdido a alguna compañera porque no les ha gustado como follaba y ha acabado con un tiro en la sien o desangradas intentando aguantar cosas inhumanas.

- Linda - un guardaespaldas se asoma por la puerta buscándome con la mirada. Cuando me encuentra me hace una seña para que me acerque - Es la hora.

Asiento y dejo que me lleve al despacho donde se encuentran los invitados especiales. Cuando entramos todas las miradas caen en mí. Observo que hay varias compañeras también en la habitación (supongo que para satisfacer al resto). 

Tom se acerca a mi. Acaricia mi mejilla mientras habla - Os presento a mi obra de arte. Se llama Linda y está completamente a tus órdenes mi gran amigo. La hemos reservado solo para ti.
El adulado sonríe.

- Güzel - dice y extiende la mano - Ven - me acerco y le dedico una de mis mejores sonrisas - Bu gece benim olmanı seviyorum (me encanta que vayas a ser mía esta noche).

- O zevk bana ait (el placer es mío) - le respondo dejándolo anonadado.

- Interesante - sonríe - Va a ser una noche muy entretenida - Va donde Tom y empiezan a hablar de algo que no logro descifrar.

Veo que los hombres de Kerem empiezan a manosear a las chicas, entre ellas Daniela que se ve a leguas que no está disfrutando nada la situación y pareciera que fuera a estallar en cualquier momento. Los hombres de Kerem son más guarros y más exhibicionistas, a alguno ya le están haciendo una mamada y otros ya están encima de las chicas. Miro a Daniela y le intento dedicar una mirada de advertencia, que no haga ninguna locura.

- ¿Nos vamos? - le miro y veo que tiene en la mano una llave de las Suits.

- Claro - tomo su brazo y nos dirigimos hacia la salida. En el camino hacia arriba me encuentro muy nerviosa.

¡Vamos Alaia! Ya hemos hecho esto antes. Es otro hombre más.

Uno más guapo.

Lo mismo de guapo lo tiene de criminal.

Eso le da un toque más interesante.

- He pedido que la habitación nos la dejen hasta mañana - asiento mientras entramos a la Suit - Siéntate.

Me siento donde señala. Echo un vistazo a mi alrededor, hay velas, champán, fresas y unos cuantos juegos de sadomasoquismo.

- Vamos a dejar las cosas claras - se bebe el trago que se ha servido y me mira - No me interesan tus servicios - oh - Tuve mi mujer y no necesito ninguna chica ya que ninguna otra podrá llegarle ni si quiera a los talones de su recuerdo. Nadie me puede dar lo que ella me daba. Si vengo a estos lugares es para cumplir con mis socios y que mis hombres no jodan. Así que ponte a divagar por la habitación si quieres mientras yo voy a trabajar. ¿Entendido?

- Claro - me dedica una última mirada y se va a la mesa que hay en la cocina. Saca un par de ordenadores y de papeles y se pone a trabajar.

¿Ya está? ¿Y qué se supone que debo hacer yo aquí toda la noche? Me levanto y empiezo a comerme las fresas que hay allí. Es la situación más incómoda en la que he estado. Siento que está molesto conmigo o algo por el estilo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 21, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La bailarinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora