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00:00 A.M, las manecillas del reloj estában juntas marcando la hora exacta.
Tu novio se encontraba trabajando, el próximo comeback sería anunciado próximamente y Chan no dejaba de trabajar día y noche. Los chicos ya empezaban a llamarlo vampiro. Te encontrabas sentada en el sofá leyendo un libro en tu IPad, comenzabas a inquietarte por la tardanza de Chan pero decidiste no pensar en eso y tranquilizarte.
No era nada extraño que él se apareciera a altas horas de la noche pero aún así siempre sentías preocupación. Tratabas de no sobre pensar pero te era imposible, por esa razón decidiste enviarle un mensaje.
'¿Está todo bien? Sé que siempre te tardas pero estoy algo preo-' Antes de que pudieras terminar de escribir la puerta se abrió y tras ella la figura de Chan apareció frente a tí. -Princesa, sabes que no tienes que esperarme...- Se notaba claramente cansado.
-Lo siento, sabés que no estaré tranquila hasta que no llegues... ¿Estás bien?- Dijiste mientras mirabas sus movimientos. -Estoy cansado, todos lo estámos, necesito tratar de dormir- Aún con su problema de insomnio Chan trataba de descansar lo más que podía, lo necesitaba. -Iré a ducharme, luego podemos comer algo si quieres- Le sonreíste y asentiste.
Antes de adentrarse en la habitación se acercó a tí para besar tu frente. -Te amo- Dijo con su tono tranquilo. -Y yo a tí- Lo viste entrar al baño y un par de minutos después ya se escuchaba el agua de la ducha correr.
Como no tenías mucha hambre porque ya habías cenado hace un par de horas decidiste prepararle a tu novio algo para que él coma. Te detuviste a pensar en qué le gustaría cenar, solía comer pechuga de pollo y arroz para mantener su increíble cuerpo pero querías que cenara algo más delicioso.
Abriste la nevera y encontraste algo de kimchi y gimbap, decidiste servir un poco de ambos para que Chan tenga una buena cena. Acomodaste la mesa para que él comiera a gusto y unos minutos más tarde el agua de la ducha ya no se escuchaba.
Te sentaste en la mesa para esperarlo y poco después Chan apareció en el marco de la cocina, sólo vestía sus bóxers y su abdomen increíblemente marcado estába a la vista.
-Christopher, no puedes estar casi desnudo frente a mí...- Él se sentó mientras reía de forma pícara. -Eres mí novia, ¿Por qué no puedo?- Te observó con una sonrisa de oreja a oreja.
-Porque no es bueno provocar a las personas- Dijiste haciendo una cara triste. Tu novio soltó una carcajada, sabía que amabas ver su torso desnudo y que eso te volvía loca. Amaba aprovecharse de eso.
