❝La ataraxia es imposible si no se logran eliminar los miedos que limitan a los humanos.❞
🚫RESPETA LOS DERECHOS DE AUTOR🚫
🚫NO COPIAS O ADAPTACIONES SIN MI CONSENTIMIENTO⚠️
🚫Los personajes no me pertenecen créditos a Aniplex, Disney y Yana Toboso...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Una singular melodía se oía a la distancia, tan dulce y risueña que te resultaba muy tierna. El ambiente a tu alrededor comenzó a iluminarse brevemente, tus pasos eran ligeros y sutiles hasta detenerte cuando aquel despliegue de luz te encandiló, parpadeaste un par de veces para notar que estabas entrando en una rara habitación.
—¿ El espejo de la oscuridad...?—murmuraste al ver el gran espejo frente a ti y como de la nada un mujer se acercaba a este
— Espejo mágico en la pared dime, ¿quién es la más hermosa de todas?—preguntó, con voz imponente y poderosa tan elegante que te dejaba pasmado
— Veo la figura de tu bella hijastra. Con sus labios tan rojos como la rosa, el cabello tan negro como el ébano y la piel tan blanca como la nieve.—murmuró el espejo para reflejar la bella apariencia de una joven muchacha
—¡Blancanieves…!—jadeó con desconcierto
—Ah... no se ve feliz...—murmuraste agitando tu cabeza para adaptar mejor tu vista que se volvía borrosa
Viste un pequeño patio en donde en el medio reposaba un pozo, la vegetación lo arropaba dándole un toque de fantasía las flores que crecían en los alrededores le brindaban color al lugar, diste un paso para notar como ahora en lugar de pies, tenías pezuñas una larga cornamenta y una esponjosa cola
—¿soy un siervo?— pensaste, y efectivamente así era al verte reflejado en un charco cercano
Ignorando tu nueva apariencia, tus orejas se movieron escuchando como aquella encantadora joven se acercaba al pozo, entonando una suave melodía, mirabas desde la distancia oculto entre algunos arbustos la joven tomaba aquel cubo y cantaba a las palomas blancas
—¿Oh? ....¡vaya! ¿otra vez haz venido al palacio?— la chica te miró con dulce sonrisa
Tus orejas se posicionaron al frente y saliste lentamente de tu escondite, eras considerablemente más alto que la femina que te miraba ensimismada, inclinaste tu cabeza recibiendo aquel alimento que te extendía en su mano
