esperando tu regreso (terminada)

capitulo 9: donde estas tini

Jorge

Me acababa de ir de casa de Mechi para partir donde tini estaba bastante emocionado con volverla a ver, ojala que ella también lo esté.

Llevaba casi dos horas de viaje y ya había llegado. Me baje saque mis maletas y busque el hotel donde me hospedaría, deje mis cosas comí algo, pero como ya era tarde decidí ir a verla al otro día entonces me cambie y me acosté

Al otro día me levante temprano para ir a un café cerca y desayunar. Subí por última vez a mi habitación a abrigarme ya que hacia frio y parte en busca de la dirección donde enviaba las cartas.

Llegue a una casa hermosa y bastante grande para lo que estoy acostumbrado. Toque la puerta, nadie atendió volví a hacerlo un par de veces y nadie salía, en eso llega una señora y me dice.

-las personas que Vivian ahí ya no están – me dijo la señora

-por casualidad vivía una chica de mi edad con sus padres – le pregunte

- sí, pero lamentablemente el padre de la niña falleció hace un tiempo  - que el padre de tini falleció

- oh, me dijo que se mudaron – Le pregunte

- si, hace un tiempo que ya no viven ahí, después de la muerte del Sr.  Stoessel – me respondió algo apenada, entonces donde vivía tini

- entonces donde podre encontrar a Martina – pregunte otra vez a la señora

- no lo sé, no me quisieron decir donde se han ido, lo lamento joven – me dijo – me tengo que ir – y entro a su casa

Donde estas tini fue lo único que pensé.

Narrador

Ahora no sabía qué hacer o en donde buscar, pregunto por algunos vecinos pero nadie sabía donde se habían marchado. Al otro día fue de nuevo a la casa haber si encontraba algo, vio a un caballero parado en la puerta de la casa

jorge

-Ah, joven usted sabe cual fe el paradero de la Sra. Mariana – me pregunto

- no, en realidad yo también la busco, bueno a su hija. ¿Usted la conocía? – pregunte

- si a toda la familia stoessel, pero veo que les he perdido el rastro. Como se llama usted – me pregunto el señor curioso

-Jorge blanco – respondí – y usted

- Martin Núñez – me dijo – bueno – miro su reloj – me tengo que si averiguo algo sobre su paradero le avisare, donde puedo encontrarlo – me miro. Le di mi dirección y mi número

Bueno al menos tenía algo ahora a esperar y me dirigí al hotel a descansar