Esta es la historia de un chico llamado Suppapong Udomkaewkanjana o más conocido por Saint.
Vive con su novio Zee en Bangkok, Tailandia desde que sus padres fallecieron cuando tenía tan solo diez años. Ahora cursa la Universidad y es muy feliz o así es como lo hace ver a ojo de los demás. Desde hace unos años la situación entre Saint y Zee no ha ido muy bien de lo que esperaba, pero aún con problemas Saint lo ama incondicionalmente dejando atrás los comentarios de la gente.
— ¡Saint!¡¿Dónde carajos estás?!
— ¿Qué? - baja de las escaleras.
— ¿Cómo que "Qué"?
— L-Lo siento ¿Qué pasa Zee? — Levanta la vista nervioso casi temblando.
— Prepara la comida, estoy hambriento — ordena.
— C-Claro y-ya voy, Zee.
— Pero ya estás de regreso, ¡Apúrate, imbécil!¡No tengo todo el día!
— Está bien — corre a la cocina.
Cómo todos los días, Zee siempre le daba los buenos días con gritos y regaños a su novio. Saint no tenía ni la menor idea de que prepararle al mayor, así que optó por prepararle waffles con crema batida y frutas.
— Ya estás tardando mucho inútil — había demorado mucho, así que Zee se levantó de la mesa hasta la cocina asesinando al menor con las dos dagas que tenía por ojos.
— E-Estaba por llevarte el desayuno, Zee — entre quiebra su voz.
— ¡Dije que no tardarás inútil! — Gruñe — Ahora vas a aprender a obedecer me — Zee enfureció tanto que el primer golpe estalló sobre la mejilla de Saint haciéndole brotar sangre de sus labios — Para que no vuelvas hacerme esperar ¿Entendiste? — el menor solo le miraba mientras tocaba su mejilla sin pronunciar palabra, lo que hizo que empeorar más, Zee tomo a Saint jalando el cuello de la camisa.
— ¡Dije ¿Qué si entendiste?!
— S-Si, Zee — lágrimas salieron de sus ojos, sobando su mejilla hinchada.
— ¡Ugh! Sabes que, mejor lárgate de mi vista que no quiero verte — lo toma del brazo fuertemente.
— Zee, me lastimas.
— Lo que te suceda a ti no me interesa — grita afianzando más su agarre.
— Por favor, sueltame.
Zee suelta el brazo al menor haciéndole caer duramente al frío suelo golpeando la cabeza. A decir verdad Saint lo amaba, y mucho, por eso siempre aguantaba los golpes e insultos. Después de aquella pelea que hubo entre los dos, Zee decide marcharse, cerrando la puerta de golpe.
🖤🖤🖤
Ya pasaba de la medianoche y Zee no regresaba a casa, empezaba a preocuparse, si, se preguntarán ¿Cómo es que puede preocuparse por alguien que lo maltrata? Desde que Saint se acostumbro a su nueva vida vive cegado por el gran amor que le tiene a Zee, es por ello que cuando se va y no regresa por mucho tiempo el menor no puede evitar no preocuparse por él.
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