Capítulo VIII : All We Need is Hope

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En ese entonces comencé a llorar, enfurecerme, golpear todos los objetos que se metieran en mi camino. Deje por días la investigación de el asqueroso y diario y en mi cabeza todo el tiempo pensaba en que mi madre estaba muerta y por mi culpa. ¿Acaso lo que soñe ese día fue cierto? ¿Acaso lo que estoy viendo, haciendo, viviendo ahora es real? ¿Es todo esto un sueño?

Me preguntaba eso todo el tiempo, era tan ilógico todo lo que pasaba desde el día en que ese diario llego a mi casa. Estaba enloqueciendo, y esta vez si era de verdad. Comenzaron a entrar a mi mente pensamientos turbios, poco inocentes.

No era yo el propietario de el diario, pues era James, el abrio y leyó primero. Intentaba enderezar pero no podia luchar contra el lado oscuro de mi mente que iba ganando territorio, y seguía viendo a mi madre, hablando con ella, no por locura sino por el diario, pero el hecho de que estaba, no, de que estoy loco esta claro.

Despues de todo en mi mente solo existia una palabra... Matar

Diario De Un Muerto IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora