Blanca Nieve

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La nieve caía suavemente al otro lado de la ventana, el frío creaba una lucha contra el aire caliente de la calefacción y la taza humeante de café me acompañaba en aquella helada tarde. Aquellos días se habían pasado rápidos entre mis deberes y cosas por cumplir, había deseado durante todo este tiempo que por fin llegarán los días de descanso y aquí me encontraba, sentado, en aquel mueble mientras veía la pantalla de mi teléfono esperando el mensaje de aquella persona. Me encontraba ansios, como cada vez que hablaba con él, a veces me conseguía pensando en su sutil forma de ser ante mi y terminaba hundido en pensamientos que me hacían ver como cualquier niña enamorada. El sonoro sonido de las notificaciones me sacó de la burbuja donde me encontraba, abrí rápidamente la aplicación dejando ver su mensaje, sacándome así, una tonta sonrisa.

《La nieve me recuerda a ti, me dan ganas de verte. ¿Aceptarías salir conmigo hoy?》

Teclee una respuesta afirmativa lo más rápido que pude, reí nerviosamente para mi interior, tal vez parecía algo loco pero, el simple acto de imaginarme contando las horas para verle hacían que me volviera una manojo de emociones en mi interior. Bloquee el teléfono y me arrope un poco más con la manta, tape mi cara con mis manos tratando de calmar mis nervios. ¿Desde cuando me había vuelto Así? Incluso habían veces en que en mi mente me volvía posesivo, deseaba que él fuera mío y escuchar salir de sus labios las palabras que demostraran que sentía igual que yo, deseaba tantas cosas a la vez, pero siempre terminaba confundido de lo que podría pasar si él descubriera lo que sentía y, aunque sentía que en este preciso momento ni la más mínima cosa me separaría del castaño, se me hacia difícil decir las palabras.

Y sé, que lo más difícil es dejarlo ir.

Las horas habían pasado más lento de lo que me esperaba, mis ansias y nervios habían logrado que me encontrara helado a los pies de aquella puerta quince minutos antes del encuentro. Pasaba mis manos por mi cabello arreglándolo aunque no estuviera despeinado. De un momento a otro mi teléfono empezó a sonar desesperadamente en mi bolsillo, contesté sin ni siquiera mirar quien llamaba. Una voz joven, suave y completamente femenina comenzó a hablar rápidamente diciendo cosas que ni siquiera entendía.

-¿Puede hablar más lento?.

Mi voz salio seca y cortante al ver que aquella llamada llegaba desde el número de teléfono de él, la chica al otro lado respiró fuertemente y respondió con tono descortés y nada amigable.

-En conclusión, aléjate de Samuel.

Los pitidos de la llamada cortada se hicieron presente y la duda creció sin aviso, no entendía la razón de aquella llamada sin sentido y mucho menos porque venia de su número. Teclee un mensaje mientras me lanzaba en el mueble de aquella sala, hundiendo mi cabeza en el espaldar de aquel.

《Lo lamento》

¿Eh?

《Estaré esperando en el parque, no faltes... Por favor》

Lancé un bufido al aire y me dispuse a abrigarme, en mi mente ya había maquinado más de mil razones que no me hacia para nada feliz. Guardé aquel aparato en mi bolsillo y salí de la casa.

Podría ser alguna chica loca.
Podría ser una broma.
Podría ser alguna mala pasada.
Podría ser... Alguna novia...

El frío se hacia más insoportable mientras más avanzaba en aquel camino de piedras, mi cabello se encontraban ya con algunos trozos de la nieve que caían de los árboles o de algún techo, era molesto sentir como se derretían mojando mis mechones y sumando la situación mental en la que me encontraba, no era nada agradable. Sople contra mis manos para brindarles un poco de calor, miraba como las luces de la calle se empezaban a encender y la gente se escondía en las tiendas disfrutando de la calefacción de estas, miré con desespero la hora, eran las cinco en punto y me encontraba ya en el punto de encuentro, me impresione al ver lo puntual que había sido en esta salida, tal vez, era por él.

Esencia De Invierno [One Shot] WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora