Ninguna Como Tú ~ Un Romance Imposible (Wrestling Fanfic)

IV.

IV. La diferencia entre el amor
y el deseo.

[  ] Narra Linda   

«¿Cómo el amor acaba?

Una historia de romance que terminaría para siempre»

De pequeña jamás entendía aquella pregunta, sólo recuerdo que mi madre solía preguntarse eso cada vez que peleaba con mi padre. Ahora que me he convertido en madre pude entenderla perfectamente.

Pensaba que jamás podría equivocarme...

...Hasta que conocí al que sería “El hombre perfecto", "El amor de mi vida”

Shawn Michaels, “El Chico Rompe Corazones”, el hombre más engreído, vanidoso y vulgar que pude haber conocido.
Mi corazón jamás entenderá cómo Shawn Michaels pudo acabar con este maravilloso amor con tan sólo una llamada telefónica.
Esa llamada de quien sería su voluminosa amante, ya saben, una mujer de experiencia sexual y bubies como enormes melones. Aprovechándose de la confianza que le tenía, como una buena esposa lo haría. Tenía 17 años cuando conocí a Michaels y obviamente por ser una adolescente con las hormonas alborotadas nunca medí las consecuencias, aunque siempre supe que Shawn no me amaba en serio.

Entre él y yo sólo existía sexo en nuestras vidas, así que no le llamaría "un maravilloso amor" después de todo, siempre imaginé que fui para él una muñeca a quien podría darle cuerda cuantas veces quisiera. Me engañaba con cada mujer que se le atravesara en el camino. Las drogas, el alcohol, las fiestas y las orgias eran todo su mundo, nada en absoluto podría hacerlo cambiar de vida, en cada evento que tenía por participar me pedía-más bien- me forzaba a hacer el amor en su camerino. No me negaba en absoluto complacerlo, ya que lógicamente era mi esposo y lo amaba mucho.

Hasta que un día de enero de 1988 quedé embarazada.

Cuando mi ex-esposo supo la noticia no cabía de la emoción y trató de solucionar nuestros problemas como pareja. Durante nueve meses Shawn cuidaba de mi, me ayudaba en todo, mostrando siempre una sonrisa, más falsa que mi virginidad y sabía perfectamente que Michaels fingía, nadie cambia de actitud de la noche a la mañana. Al dar a luz a mi pequeña princesa había tomado la decisión de abandonar a Shawn, sus traiciones y vulgaridades me tenían harta.
Me dolía dejarlo a su suerte, pero mi dignidad y mi hija eran primero.

Aunque al principio de esta historia, Shawn Hickenbottom era una persona distinta y buena. Él logró lo que Peter jamás había hecho; hacerme sentir amada en cualquier aspecto. Me enamoró con su encanto y hermosura varonil: Su alborotado cabello rubio, sus pequeños ojos azules y aquella voz ronca y atrapante. Todo de él me había gustado, realmente "El Chico Rompe Corazones" me tenía en sus redes. Incluso su manera de hacerme el amor era única e intensa. Aunque debo confesar que nunca fue amor a primera vista lo que había sentido por Shawn. Poco a poco fui acostumbrándome a él, hasta que terminé queriéndolo tanto y eso era lo que me a mi dolía en el alma. Haberme enamorado de alguien a quién yo nunca le importé.

Más sin embargo nunca comprenderé en realidad el porqué se enamoró de mí si sólo quería sexo en nuestras vidas. Ese amor que poco a poco sentimos el uno del otro, se transformaría en lujuria y juegos sexuales para Michaels. Esa fue mi única razón por la cual yo acabaría por alejarme de él para siempre.

En Septiembre de 1990 me divorcié de Shawn Michael Hickenbottom por medios judiciales. Un mes después me cambié el apellido Hickenbottom por Maguire (apellido de soltera) y me aleje a Calgary a visitar a Alice. Ella era la única de la familia que había nacido en Canadá, así que fue muy fácil para mi alejarnos de Estados Unidos una buena temporada. Pues no deseaba volver a ver a Shawn Michaels. No me importaba en lo absoluto saber si él decidiera ir tras mi paradero. Jamás volvería a caer en sus mentiras y sus falsas promesas de haberse convertido en un hombre nuevo.