Taehyung no era estúpido, desde muy pequeño descubrió que su padre tenía un hermano desterrado. Sus padres jamás le hablaron acerca de él, y él, como niño bueno, decidió que sus padres lo eligieron de esa forma por su propio bien. Sin embargo, hace un par de meses sus padres comenzaron a discutir.
Al principio no se molestó en saber acerca de qué, Tae no era un engreído, más bien, desinteresado. No le apetecía escuchar a su madre de nuevo con las mismas riñas de años atrás, ellos parecían haberse estancado en la anterior década. Pero cada vez los gritos fueron menos sutiles, las comidas eran incomodas y las cenas una batalla de sermones. Tae sabía que necesitaba algún que otro detalle, por que las conversaciones eran acertijos, no se echaban nada a la cara, y a la vez se lo reprochaban todo.
Fue entonces cuando decidió investigar un poco. Su padre tenía varios trabajadores en la casa, quienes antes habían trabajado para sus abuelos. Tal vez, con discreción y con suerte conseguiría algo de información. Él sabía perfectamente de que esto se trataba de su "inexistente" tío, el cual no fue explícitamente nombrado entre esas broncas de sus padres, pero hace un par de noches Tae escuchó a su madre decirle a su padre que algunos familiares había que "enterrarlos" antes de muertos.
No era malicia ninguna, el problema era que Tae era muy curioso, y la curiosidad, mató al gato. Tenía apenas 18 años cumplidos, su único amigo era el conserje de la casa, sus padres lo escoltaban como niño de cristal a todas partes, lo mimaban y excedían en todo, él había crecido en un palacio, pero un palacio con seguridad máxima. Tal vez, si ellos le hubiesen dado algo más de libertad, una vida social... Tae jamás piso un instituto. Él fue educado en casa por los mejores profesores de Corea del Sur. Podría decirse que Tae era un talento en acción, tocaba el piano, el violín y la guitarra, hablaba 5 idiomas, tenía 2 títulos en matemática avanzada. Pero de nuevo, como ser, el era un robot que sus padres programaron.
Decidió que era el momento, conocer más el pasado de su familia y tal vez conseguir algunas respuestas, estaba demasiado aburrido sentenció.
Esa misma noche, tras la incomoda cena con sus padres, se quedó en la cocina esperando a que Hyunye, el mayordomo más antiguo hiciese acto de presencia.
Cuando por fin apareció le soltó de la nada aquella frase que preparó previamente en su cabeza:
-Hyunye, recuerdas al hermano de papá? Dejo caer como si fuese una pregunta sin importancia.
Hyunye se crispó, vio en sus ojos la incertidumbre, la lucha de mentir, pero al igual que el resto del planeta, había algo en la cara de Taehyung, que hacía sacar lo sincero, como si sintieran que estaban mintiendo a un hermoso ángel.
-Taehyung, sabes que no puedo hablar de temas que no son de mi incumbencia, mucho menos de temas que en teoría no existen- dijo para evitar mentirle y evitar contarle.
Taehyung hizo un puchero de disgusto y dijo- Sí, lo sé, pero necesito saberlo Hyunye. Sabes que vivo entre estas cuatro paredes, sabes que necesito tener algo con qué entretenerme.-
Hyunye dejó salir un soplo de aire, como si fuese el perdedor de una gran batalla y se oyó decir- Tu tío era un hombre bueno que tomó malas decisiones, sé que fue a vivir a los suburbios de Seoul, allí comenzó una nueva vida. Una vida muy alejada de la que llevo con tus abuelos. -
Y con eso, se marchó de la cocina, dejando al rubio con más preguntas que respuestas.
La mañana siguiente fue aun más rara. Al desvelarse tanto, su sueño lo dejó en la cama hasta las 11 de la mañana. No tenía clases previstas hasta finales de enero, para eso, todavía quedaban un par de semanas.
La nieve se estaba haciendo espesa, pensó mientras miraba por la ventana, que daba a la gran entrada de su casa. Un chico con una capucha negra y una mochila tocó el timbre de verja. Se extrañó cuando la verja se abrió, se extraño cuando el chico entro confiado por el camino de piedras del porche, y se extraño aun más cuando vio a su padre salir de la puerta principal para encontrarse con el chico joven de la capucha, pero lo que más le extrañó fue cuando su padre tomó la bolsa que el chico le ofreció.
Vio intercambiarlos un par de palabras, después el chico se marchó por donde llegó. Su padre entró a la casa con gran prisa y no le dio tiempo a preguntarle por el joven, su padre ya se había encerrado en su despacho.
No quiso perder el tiempo, por lo que, en un arrebato tomó una sudadera y unas zapatillas, interceptó a su madre en la cocina y le dijo que saldría a correr un rato. Su madre insistió en que lo hiciera en casa, o que al meno llevara un segurata, lo cual era estúpido, Tae no era nadie especial, su padre sí. Su madre acabo cediendo y en una carrera salió de casa, esperando a encontrar al chico de la capucha.
Todo aquello era impulsivo, él no era así, pero su vida se había visto más aburrida que nunca, sin amigos, sin vida, en aquella casa... Siguió corriendo hasta que dobló a su derecha y encontró unos metros más adelante al chico de la capucha esperando en la parada del autobús. Supo que debía volver a casa. Supo que tenía que acabar con aquel juego de detectives, pero, el era joven, sin nada emocionante en su vida.
Se dijo a sí mismo que solo le preguntaría al chico quien era y por qué había ido a su casa con una bolsa, pero cuando el bus llegó y el encapuchado se montó, se encontró a sí mismo subiendo al bus, sentándose detrás del muchacho, con las palabras congeladas y sus ojos fijos en el chico más apuesto que tuvo el placer de ver.
Pararon en la última parada, jamás había visto este lado de la ciudad, con temor salió tras el encapuchado y miró a su alrededor. Las edificios eran bajos, de 2-3 pisos, la pintura y los ladrillos estaban desgastados, la nieve, les daba una imagen aun más nostálgica.
Siguió al hermoso chico unas calles más abajo, manteniendo una distancia prudencial para que el encapuchado no se viese perseguido. Cuanto más caminaban, más hombres con pinta de asesinos veía Taehyung a su alrededor, había borrachos cantando en las esquinas, mujeres con muy poca ropa caminando en la nieve, algunos drogados y tirados como sacos en las escaleras de los edificios.
Taehyung pensó en que esto había llegado a su final, era suficiente. De todas formas, no iba a conseguir hablar con el chico, ya había visto suficiente inmundicia por hoy, y el olor a pis de las calles lo estaban empezando a marear. Cuando se detuvo para darse la vuelta oyó al encapuchado
-Pensé que me seguirías hasta casa, aunque, me gustaría saber por que un niño del barrio más rico, sigue a un tipo hasta el barrio más marginal de la ciudad.- Dijo con voz de enfado y reproche, la amenaza en su voz era latente.
Taehyung tragó saliva y pensó, que su madre tenía razón. La curiosidad, acaba matando al gato.
-No vas a contestar? Reprochó el chico.
-Pensé que eras Poli al principio, pero eres otro crio rico de papa verdad? Siguió el encapuchado provocando.
Taehyung deseo moverse, contestarle, pero se quedó inmóvil, viendo los ojos más oscuros que había visto jamás. Pudo haberse quedado atrapado en la mirada del extraño pelinegro, pero para su suerte o desgracia, más personas se unieron a la íntima y extraña reunión de los jóvenes.
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LOVE IS FOR THE POOR
RomanceInspirado en la canción de Elle King I TOLD YOU I WAS MEAN Los chicos pobres no piden, agradecen. Los chicos como Jungkook nacen para morir en soledad, no para ser amados, mucho menos, para ser amado por un niño rico. En emisión.