Primeros pasos.

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Porque antes de que Ennard escapara del cuerpo de Michael debido a que ya no podía seguir controlándolo, hubieron noches en las que ambos solo tenían la compañía del otro. 

Michael había dejado de sentir dolor, ahora solo era una incomodidad creciente al ver heridas abrirse y mostrar los cables que estaban enredados dentro de sí mismo. Pero podía vivir con eso, porque por el momento Ennard no se veía de ninguna forma atraído por salir de su cuerpo.

Al parecer le gustaba mucho la falta de calidez de un cuerpo en descomposición... Ja.

Agradecía de que él no pudiese leer sus pensamientos, porque si fuese ese el caso no sabría donde meterse. 

Siente algo de tristeza cuando Ennard le hace prender la televisión y pasan montones de comerciales, sobre todo de nuevos establecimientos de comida. Si tan solo Michael necesitara comer, y Ennard fuese un poco más empático con el cuerpo que habitaba, quizá podría volver a regocijarse en comida rápida, o en sus amadas palomitas de maíz con mantequilla.

Ya estaba en el sillón, solo mirando la televisión con sus ojos ahora robóticos y de color violeta. Era la séptima noche en que Ennard había decidido hacer eso, ya que sabía que después de volver del mundo exterior ya no había mucho qué hacer en la noche, y no podía dormir así que aumentaría la cuenta de la luz en alguien que ya no puede pagar ningún servicio. Pero hey, al menos la casa era la única herencia decente que le había dejado su padre. 

— Michael. 

Escucha una voz suave, pero no era solo una, eran varias voces sincronizadas para hablar al unísono. Era la primera vez que escuchaba hablar a Ennard después de que se autoproclamara el nombre y tomara el gobierno de su cuerpo.

— Sé que me estás escuchando, Michael. Sé que estás con vida, sé que no morirás conmigo dentro.

Las palabras tan cuidadosamente escogidas para comunicarse con Michael solo podían ser obra de Circus Baby...o Elizabeth, no tenía la menor idea. 

— Sé que pensarás, ¿Cuál de todos me está hablando? Pero ya no hay un todos, ahora solo somos uno mismo. Cada máquina que conociste ya no existe, mucho menos el alma que nos da la inteligencia tiene una identidad. Todos estamos juntos... pensamos igual, somos igual, y deseábamos preguntarte si querías unirte a nosotros, a nuestro todo, y dejar de hablar de nosotros como un grupo y más como un individuo. 

Eran...bastantes palabras para que la mente de Michael entendiera. Pero ni siquiera sabía si podía responderle, ¿Podía? estaba seguro de que sus cuerdas vocales estaban más que dañadas, así que solo se queda callado para no intentarlo y que el dolor mágicamente pudiera volver. 

— Sé que tienes miedo, yo no te juzgo. Recuerdo también haber sentido ese miedo... pero hay que dejar el pasado atrás, porque tú y yo ya no somos esa persona de la que tenemos recuerdos. También cometiste errores, Michael, errores de los cuales te quieres deshacer y olvidar, y puedo brindarte ese olvido si te unes.— Ennard estaba tan terroríficamente coordinado y tranquilo para decir esas palabras. — ¿Estás pensando en tu hermana, Michael? Lamento haber usado su voz como una carnada en algún momento, si te hace sentir mejor, puedo asegurarte que ella ya no está aquí. No me veas como tu hermana, Michael. De hecho, de verdad no quiero que me veas como ella. 

Hubo silencio por un buen rato después, era seguro de que ninguno de los dos tenía planeado decir algo a continuación. Que Ennard haya tomado el control remoto para cambiar el canal lo había probado, quizá solo se había rendido de la falta de respuesta de Michael, o quizá había pensando que Michael ya no vivía. 

Michael piensa en sus palabras, era probable que su hermana no estuviese ahí pero a la misma vez era probable que estuviese de alguna forma, pero ya no era la misma de antes. No era la misma niña mimada por su padre que hacía todo lo que quería y se salía con la suya siempre, ahora era solo una psicópata que se fusionó con otros psicópatas, volviéndola más loca que nunca. 

Unidos por millas. [Ennard x Michael]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora