Cap 11

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 día 31/10/2017

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Pero es que aunque este todo despeinado se ve tan lindo y con ese toque de picardía que aún dormidito se le ve.

Quede dormida después de observar todo su esplendor. Desperté por el roce recibido en mi cara y pelo tan grácil, puedo admitir que hacia ya mucho tiempo que no recibía tales caricias, así que no lo pude evitar, sonreí.

M: te gusta he

-shhh, sigue

 M: se aprovechan de mí

-no chilles ahora que yo no te mande

M: aja con que ahora soy chillón

-así es anciano

M: me dijiste anciano- se levanta de repente con cara de ofendido-

-que

M:me llamaste anciano en mi propia cara

-yoooooo, no, jamás

M: no me mientas

-bueno, puede que tal ves, solo tal ves lo allá dicho

M: ven acá -me empezó a hacer cosquillas por todos lados, ya no aguataba, casi no podía respirar por culpa de la risa y me dolían mucho las mejillas.

- Min ya para perdón

M:...

-Min... ya que me duelen los cachetes

M: ya, ahora te disculpas-se puso a un lado 

-si perdón, ya entendí que no puedo decirle anciano al viejito este

M: mira tu ven acá-me levante de la cama rápidamente antes de que me agarrara otra vez.

M: me las pagaras Kim

-lo quieres en efectivo o en un cheque

M:ahora eres comediante

-así es querido viejito

M:usted se lo busco señora

Empezamos a correr por toda habitación arrojándonos las almohadas, cojines, sabanas y todo lo que no nos causara un golpe mayor y no pesara. Cuando se me acabaron las municiones tuve que pasar al plan B el cual consistía en salir corriendo por el pasillo y bajar a la sala en busca de refugio. Así lo hice baje lo más rápido posible las escaleras saltando los últimos 2 escalones mientras Min me perseguía, bricamos sobre los muebles como niños pequeños que somos y tiramos todos los cojines azules de este.

M: te tengo

-ay no, suéltame soy inocente  

M:inocente los bebes tu no

-tengo que sobrevivir

M: que dices

-soy muy joven para morir

M: creo que ya estas delirando-dijo para empezar a hacerme cosquillas dejándome sin aire de la risa y con un dolor mayor que antes en las mejillas.

P:oigan ustedes par de niños arreglen ese desorden y vengan a desayunar -Min se paro inmediatamente como si hubiera visto un fantasma de repente -

M: si señor - mi papa asintió y se retiro y yo me pare de la alfombra en la cual me encontraba tirada como muerta con las pocas fuerzas que me quedaban.

- con que si señor, que edad le hechas a mi papa

M: cállate y ayúdame

- si siñir

Recogimos los cojines y todo lo que estaba tumbado, acomodamos la alfombra y los muebles. Nos sentamos en  la mesa a desayunar, raramente mi papa no hizo ninguna pregunta incomoda cosa que me dejo extrañada por que el no es así, siempre les hace un interrogatorio a mi y mis amigos que llevo a casa sean chicas o chicos.

Estaba limpiando los platos cuando Min recibió una llamada  y salió a contestarla lo mire disimuladamente y parecía preocupado o triste. Tomo sus cosas y me dijo que se tenia que ir, tenia tanta prisa que ni tiempo de despedirme me dejo.

Los días pasaron y me seguía preguntando  que le paso a Min, pero ya era lunes otra ves y tenia que volver a la monotonía de la escuela y sus trajines





































recordarte y sonreirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora