Capitulo 2
Las sombras de la isla hacían imposible la visibilidad dentro de ella, pero la super visión del rubio no era ni un porblema.
"Bien, dónde está este tipo", comento, caminado sin preocuparse por las miradas de entre los arboles, que lo observaban desde que había llegado al lugar.
Desapareciendo en un segundo, apareció de nuevo en la copa de un árbol muy alto.
"Wou, pudo ver toda la isla desde aquí", dijo con una sonrisa, entre cerrando sus ojos inspeccionó el entorno, hasta que su mirada se detuvo en una estructura parecida a un castillo a la lejanía.
"Ahí tiene que ser", se dijo así mismo, para acto seguido desaparecer de nuevo.
-Dentro del Castillo-
Los ojos amarillentos de un mujer pálida miraron el periódico, leyendo el incidente de hace unos días, dónde los Mugiwara habían salido Victoriosos, después de declararle la guerra al gobierno mundial.
Cerrando los ojos, dejo una pequeña brisa de airea acariciara su rostro.
"Si fueses otra persona, ya te habría cortado por la mitad", comento la mujer tranquilamente, mientras giraba su cabeza, y abría de nuevo sus ojos, "Naruto", dijo, viendo al rubio sentado sobre el marco de la ventana detrás de ella.
Riendo ligeramente, el ojiazul levanto su mano derecha y saludo.
"Ou, se que no harías tal barbaridad, me amas demasiado", dijo el rubio con seguridad.
"Tsk, ¿que quieres?", Pregunto la mujer con sequedad, mientras regresaba a su lectura del periódico
La expresión divertida del ojiazul desapareció, y cambio por una de dolor.
"¿Que pasa con esa frialdad?", Cuestionó este mientras se sujetaba el pecho, "eso me duele", agrego fingiendo dolor.
La mujer solo ignora al rubio, mientras cambiaba de página.
Dejando salir un suspiro, el rubio recompuso su posición anterior.
"Solo vine a ver a una de las mujeres más hermosas del mundo", respondió el ojiazul con sincera sonrisa, y una mirada hacia la mujer.
Los orbes amarillos se movieron del periódico al rubio, y suspiro, procediendo a cerrar dicho artículo, y dejarlo sobre la mesa aún lado de ella.
El rubio sintió un ligero escalofrío recorre su espalda, al ver la mirada que la mujer le estaba dando.
"¿Así que, que es lo que quieres?", Pregunto la pelinegra nuevamente.
Dejando de lado los juegos, el ojiazul miro directamente a los ojos amarillos de la mujer.
"Algo muy grande está apunto de ocurrir", declaro, ganándose la atención de la mujer.
"¿Conoces el nombre de Barbanegra?" Pregunto este.
Las cejas de la pelinegra se alzaron de manera imperceptible.
"Si, en la última reunión que tuvimos los shichibukai, unos de sus nakamas lo sugirió para el puesto", respondió la mujer, algo desconectada de por qué el rubio lo mencionaría.
El ojiazul asíntio, "El será clave para que ocurra un evento a gran escala", hablo el rubio, "se que planea algo grande", agrego, mientras cerraba los ojos.
