Capítulo único

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Nota: no tengo idea de a que género pertenezca Alluka, así que me limitaré a utilizar la manera en que Killua la trata, es decir, como una mujer.

Disclaimer: los personajes de "Hunter x Hunter" no me pertenecen, sino a su respectivo autor Yoshihiro Togashi, estudio Madhouse, Shonen Jump, etc.

Te quiero, gran tonto

Capítulo único

Habían pasado cinco largos años desde la última vez que vio esos ojos color miel perderse en un viaje junto a su padre, mientras él emprendía uno con su hermana menor, quien, dicho sea de paso, le insistió en ir a una expedición a unas montañas.

Sola.

Claramente se lo había negado. ¿Sola? ¡Él debía protegerla, él había jurado estar siempre, le había prometido no separarse de ella! Y qué casualidad que, cuando quería hacer su expedición, la llamada de su mejor amigo irrumpió en la pelea y recibió una grata noticia: Gon estaba por esos lares, cerca, y le comentó que tenía ganas de verlo. Alluka aprovechó la situación para terminar convenciendo a su testarudo hermano "sobreprotector" de la expedición. Ella prometió llamarlo para que se quedara tranquilo de que estaba bien.

—Pero tú prométeme que vas a divertirte mucho con Gon —dijo, firme. Luego, sonrió—. Mándale mis saludos —la verdad, es que esa visita imprevista, Alluka la esperaba con ansias, pues sabía que su hermano necesitaba la compañía del moreno: el brillo en sus ojos había sido completamente diferente cuando lo llamó y, allí, ella se cercioró de que Gon era un pilar en su vida y, durante esos cinco años sin él, se había derrumbado para reconstruirse de nuevo, velozmente.

Al otro día, la muchacha partió a su expedición y Killua se dirigió al puerto de la ciudad para esperarlo, con su corazón latiendo a mil por hora y con una brillante sonrisa en su rostro: se subió al poste más alto para ver bien y, cuando distinguió la silueta de un barco acercándose, su corazón vibró más fuerte y su vista se agudizó mucho más. Estaba lleno de alegría y gozo.

El barco estacionó en el puerto, descendió una escalerilla y la gente empezaba a bajar por la misma para reunirse con sus seres queridos. Entre la multitud, el albino distinguió al muchacho de pelo negro, hablando con un hombre: por lo que oyó, parecía que el hombre había confundido su mochila con la de él. Y cuando el joven Freecss se volteó…

— ¡Killua! —exclamó repleto de felicidad y fue abrazarlo—. ¡Tanto tiempo! ¿Cómo has estado? —le preguntó con esos ojos inocentes que jamás iba a perder.

Killua le sonrió.

—Perfectamente, como tú, por lo que veo —y ambos rieron: aunque ya no tenían catorce años, seguían queriéndose como tales, ya que su amistad jamás había decrecido.

— ¿Y Alluka? —le preguntó extrañado. El otro resopló y se puso las manos en los bolsillos.

—En una expedición en las montañas —farfulló—. Hace un rato me llamó para decirme que estaba bien —y Gon le puso una mano en el hombro, para empezar a reír.

— ¡Eres muy sobreprotector, Killua! —y el nombrado se sonrojó.

— ¡No es cierto! ¡Yo le prometí estar siempre con ella y…! —y se mordió la lengua, pues no sabía qué más decir.

Gon le sonrió.

—Me alegra que sigas siendo el mismo de siempre —le confesó sin apartar su vista de la de él—. Sigues siendo muy bueno y amable, ¡cuánto me alegro! —y se puso a reír, como un niño pequeño cuando ve a su juguete favorito.

Killua, con los ojos abiertos de par en par, agachó la cabeza y sonrió para sí, escuchando, fuertemente, el latido de su corazón: no había nadie, ni nada en el mundo que pudiera hacerlo latir así como Gon podía hacerlo.

Te quiero, gran tontoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora