La Línea que Hacen el Mar y el Cielo

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|| Donde dos chicos planean huir para ser felices, pero no todo sale según lo planeado ||

[ ♡︎ ]

-Amor, Martín, levantaté.- Susurró el chico alto con sus despeinados cabellos castaños.

-¿Mhg?- Habló el otro todavía sin abrir los ojos.

-Tu papá ya se durmió, hay que irse, lindo.

-¿Bruno?

- Si, Martín. Dale, despabilaté que son las tres de la mañana ya.

Eso basto para que el pelinegro de baja estatura se preparara el bolso para así salir por la ventana de su habitacion junto a Bruno.

Ambos corrieron en silencio. Su plan era llegar a la costa del pueblo, descanzar unos cinco minutos y volver a correr hacia otro lado. Cualquiera era mejor que ese pueblo donde sus propios padres pedían que los mataran por tener otros gustos.

Hoy nos vamos a escapar pa'delante y sin mirar
¿Cuántas vueltas vamo' a dar hasta encontrarnos de nuevo?

-¿Y cómo te fue con tu papá?- Preguntó mientras corría junto a su amado.

-Y... No del todo bien.

-Bueno, Bru. Entendelo, no es muy común ver un homosexual en 1689.

-Ya se, amor... ¿Pero por qué tengo que ser la "decepción" de la família si tengo gustos distintos?

-No se que decirte, Bru. Pero tranqui, no pienses en eso. Pensa en que ya nos estamos alejando de ese pueblo de mierda.

En poco tiempo pudieron divisar la costa del pueblo.

Las olas del mar chocaban contra las piedras de la gran playa produciendo un relajante sonido a los oídos de ambos chicos.

-¿No deberíamos seguir? Acá nos van a encontrar.-Cuestionó Martín. Bruno solo ignoró tal conentario.

El mayor se sento en la arena tranquilamente, admirando el mar.

-Vení. Sentaté conmigo.-Ánimo.

Martín no se negó.

-¿Querés vino?-Interrogó Bruno.

-¿Que? ¿De dónde sacasté eso?- Respondió el contrario sorprendido al ver como el más alto sacaba una botella de alcohol de su bolso.

-Se la robé al viejo choto que se hace llamar mi padre.-Habló abriendo el recipiente.

Le dió un trago confiado. Martín carcajeo al ver la cara de asco de Bruno.

-¡Dios! Que asco, boludo. Tiene gusto a mierda.

-Te pasa por confiado.-La risa del pelinegro no parecía detenerse.

El castaño revoleó la botella disgustado.

-Che, esto es un lugar muy romántico.-Bruno se paró y empezó a bailar sin sentido.-Eu, traje la radio que era de mamá. Creo que habia una canción romantica en algun lado.

Tal chico arrancó a pasar canción por canción para llegar a la que quería. Hasta que la melodía reproducida el dia del casamiento de los padres de Bruno se hizo presente.

-Uy, esta está buena para bailarla ¿No?-El mayor dejó el dispositivo en la superficie y se aclaró la garganta.-Mi querido Martín Ezequiel De La Cruz ¿Sería tan amable de concederme esta pieza?

𝙁𝙧𝙚𝙨𝙘𝙤 - 𝘰𝘯𝘦 𝘴𝘩𝘰𝘵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora