𝐃𝐄𝐒𝐒𝐄𝐑𝐓 𝐁𝐎𝐘

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-¿Pasó algo?-Souya comenzó a caminar, bajo la atenta mirada de Tohka, hasta la cocina.

Dejo la bolsita con el ramen y su hermana se dispuso a hablar.

-¿De dónde lo conoces?-Preguntó con violencia.

-¿Umm? ¿A quién?- Un golpe llegó a su mejilla y Souya rápidamente puso una mano en su Zona golpeada. 

-¡No te hagas el estúpido! ¡Al chico de antes!-Tohka estaba que le salía fuego por los ojos.

-L-lo conocí en la pastelería....-Su hermana lo interrumpió a los gritos.

-¡No te le acerques más! ¿Me escuchaste? ¡Es mi futuro novio! ¡Así que te quiero bien lejos de él, inútil de mierda!

Souya, con lágrimas en los ojos, se fue corriendo a su cuarto. Su perrito, que dormía en su cama, se despertó por el estruendo. Kawata se tiró sobre la cama con los bracitos debajo de la almohada, sollozando en silencio, Canela, la mascota, se acercó y comenzó a restregarse contra él.

Unos minutos después sonó el celular de Souya. Lo tomó lentamente y leyó la notificación.


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-¿Entonces qué le pongo?-Pregunto Rindou 

-Ponle "hola" y ya. No es tan difícil.-Solto Koko, Recibió un codazo de Ran

-Pobre Inu, imagínate tener un novio así.-Ran suspiro 

Sanzu tragó el helado que había en su boca.-Mándale una foto tuya!-Se metió otra cuchara de helado de vainilla a la boca.

-¡No!-Dijo Ran rápidamente.-A ver, dame eso.-Le arrebató el celular a Rindou y comenzó a escribir. 

--Nubecita linda :)

¿Souya? soy Rindou, hola!

Ran envió el mensaje y devolvió el celular.

-¿Cómo lo vas a tener agendado así, enfermo de mierda? Lo conocer hace, ¿dos días, será?-Dijo el más alto de todos. Rindou rodó los ojos.

-Que te importa.-Su teléfono vibró y rápidamente Rindou lo miró.

--Nubecita linda :)

Hola Rindou!!! ♡

Rindou por poco se muere ante ese mensaje. ¿Para dónde escribiendo tan bonito? 

Estuvo el resto del día hablando con el menor, Incluso faltó a la reunión de su pandilla por eso.

Habían quedado de salir nuevamente ese mismo fin de semana. 

Después de años, el Algodoncito lindo de su escuela le estaba dando atención, así que se esfrozariá por no cagarla.

Pero, Rindou desbloqueó una inseguridad. ¿Y si el peliazul lo dejaba por su trabajo?

Sacudió su cabeza. No eran nada y ya se hacía ideas raras. parecía adolescente hormonal. 

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Una chica peliblanca ingresó a la pastelería y fue directo al mostrador. 

-¡Hola! Estoy buscando a Takemichi.-Senju le sonrió al cajero, quería saber quién era el chico que su hermano acosaba últimamente.

-¿Quién lo busca? Soy yo.-Takemichi se puso a repasar mentalmente las cagadas que hizo esa semana.

Senju lo analizó.-¡Que lindo eres! Soy Senju, la hermana de Sanzu-Le sonrió.

Takemichi se rascó su nuca.-¿Quién es Sanzu? ¡Pero es un gusto conocerte, Senju!

La peliblanca quedó petrificada. Su hermano prácticamente sabía hasta el árbol generalógico de este chico y el muchacho ni lo pescaba. Senju suspiro fuertemente.

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Souya estaba curando su mejilla. Su madre lo golpe y ahora su rostro estaba arañado. ¿Como le explicaría a Rindou eso cuando se vean ese mismo día? Era sábado e iban a salir ¡Qué verguenza! Su familia lo tenía harto. ¡Él nunca pidió nacer! ¡No tenía la culpa de nada. 

Suspiro pesadamente. Estaba agotado. 

Souya estaba cansado. Tenía miedo, miedo de volver a tratar de suicidarse, miedo de no poder salir adelante, miedo de no tener fuerza para nada. 

Lágrimas salían de sus hermosos ojos. Necesitaba ayuda, pero no sabía donde pedirla.

Sacudió su cabecita y secó sus lágrimas. Decidimos prepararse para ver a Rindou. 

Quería estar bonito. Hace años que no se esforzaba en arreglarse. Pero con Rindou era diferente, ¡Sentía que debía esforzarse al máximo por el mayor!

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Rindou lo esperaba en la esquina de su casa, con su moto. Mentiría si dijera que no le gusto como lo agarraba Souya con sus manitas cuando viajaron por única vez. 

Aunque se le hacía extraño que Souya le rogara que lo esperara en la esquina de su casa, en vez de el frente. 

Rindou tenía los recursos y el poder para investigar al menos. Pero no quería hacerlo. Por un lado estaba preocupado por el menor, había algo raro en su comportamiento, además vio unas sombras raras el día que lo dejo en su casa. Le preocupaba.

No sintió cuando el Peliazul llegó a su lado. 

-¡Hola Rindou-san!-Lo analizo en silencio. 

El rasguño de su mejilla era grande. Pero no pregunto. Sin embargo, se decidió a que investigaría un poquito sobre la vida de su pequeño.

Cuando terminó de analizarlo, sonrió burlón.-¿Rindou-san? ¿desde cuando tanto respeto?-dijo mientras extendía un casco al mas bajo. Él ojiazul se encogió de hombros en respuesta. 

Subieron a la moto, Souya abrazando fuertemente al mayor, como la otra vez.

En realidad Rindou no sabía a donde llevarlo. No lo pensó. Se abofeteó mentalmete por eso. 

¿Qué tan mal podría salir esa cita?