E.L.L.O.S (Knb)

Nuevos conocidos

No se si alguien siga pendiente de esta historia, pero le voy a estar editando unos pequeños detalles ya que ahora que hable con Nana ya me dio libertad con esta historia pero mantendré la mayoría de sus ideas principales en la historia, así que a ver como sale.

-El sujeto número dos?- Taiga lo miro con el entrecejo fruncido, nunca lo había visto

En ese momento se lamentó haberle borrado la memoria a Midorima antes de obtener información sobre el resto de sujetos de él, pero pronto se deshizo del pensamiento, eso habría sido usar al otro, y Taiga no tenía intenciones de estar usando a nadie para su beneficio propio.

-Qué haces aquí? Qué intenciones tienes con Shiro?- le preguntó seriamente, tomando una posición de pelea en caso de ser necesario

El albino soltó un bufido burlón, como si realmente no considerara a Taiga una amenaza.

-Eso no es de tu incumbencia, ahora dime, qué le hiciste?- exigió saber

Taiga lo contempló por un momento, más no vió razón para no ser honesto, así qué le dijo la verdad- Borre su memoria, para qué así pudiera vivir una vida normal y tranquila-

El otro arqueo una ceja y lo miró con incredulidad, no terminando de creerle por completo.

-Se lo hiciste a alguien más? Cómo lo haces?- preguntó, bajando del árbol de un salto y acercándose un par de pasos a el, más Taiga no retrocedió, manteniéndose en su lugar

-Ya te dije suficiente, no tengo razón para responder a tus preguntas- Taiga lo miró fríamente y se cruzó de brazos, negándose a responder más de las preguntas del albino

El otro se rió levemente, y las sombras a su alrededor parecieron comenzar a moverse de una forma inusual, tomando una silueta casi humanoide

-En eso te equivocas, vas a responder mis preguntas, si no quieres que nada le pase a Shiro, no olvides que las sombras están en todo lados...- le advirtió sonriendo con malicia

Taiga apretó sus manos en puños pero se resignó, hasta que no supiera más del hombre frente a él, sería mejor no arriesgarse, por ahora respondería a sus preguntas intentando revelar la menor información posible, hasta que supiera como deshacerse de él...
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Shintarou miró el nombre de la calle en la que estaba con confusión, no recordaba haber visto esa calle jamás, pero para ser honestos, no recordaba mucho.

Se había despertado en un callejón, solo y completamente confundido, sospechaba que tal vez había caído en alguna borrachera, pero no tenía ninguna señal que le indicara que ese fuera el caso.

Suspiro frustrado y por un momento se preguntó si aquellos extraños que se le habían acercado cuando salió del callejón podrían haberle dado alguna respuesta a su dilema, pero en el momento le habían parecido tan extraños y lo estaban llamando por un nombre que no le era familiar, que su primer instinto fue alejarse de inmediato.

Shintarou decidió tomarse un momento y se sentó en una banca cercana, necesitaba un momento para poner en orden sus pensamientos y decidir que hacer ahora.
Lo único que sabía, es que su nombre era Shintarou, si tenía apellido, no podía recordarlo en el momento, pero tampoco podía recordar si tenía familia o ni siquiera en donde vivía.

Tal vez ni siquiera tenía casa, quizá era un vagabundo, por eso estaba durmiendo en un callejón. Ese pensamiento le desagrado, ese estilo de vida no se sentía adecuado ni digno para el...

Estuvo por meter las manos en los bolsillos de sus pantalones, cuando sintió algo firme, pequeño y rectangular ahí. Al sacarlo, vió que se trataba de una baraja de cartas.