parte: 6

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17 de Junio dos semanas después del ataque.
Hunter al salir del hospital pidió ropa deportiva a los chicos cuando fueran por él, como un pants y una camisa sencilla, solo para tener algo con que poder salir, caminando hacia la salida principal del hospital empuja suavemente la puerta y en su rostro rayos de sol que la iluminaron, y en sus ojos verdes como la esmeralda brillan tan fuerte que casi parecen irreales. Todo su equipo está afuera esperándolo, sin notar todavía que el ya está fuera por estar distraídos un poco en otras cosas, pero cuando se para en la entrada se quedo quieto unos segundos viendo que su equipo ya estaba ahí fuera, esperándolo, preocupados por él, Hunter sentía felicidad de haber formado esta pequeña familia y después salió corriendo en dirección a ellos, llegando trato con los brazos abarcar en un abrazo lo más que se pueda.
—Ya estoy mejor chicos, gracias por preocuparse por mi. Dice Hunter mientras están en un abrazo grupal.
Todos se alegran de ver qué Hunter ya se encuentra bien y sin ninguna complicación de ningún tipo.
—¡Capitán! Te extrañamos mucho mucho— dice Lúa abrazando fuerte a Hunter mientras suelta una que otra lágrima de alegría.
—Capi, de verdad ya nos hacías falta, se que las visitas cuentan pero es bueno verte ya de pie— agregaría Beni mientras trata de contener su felicidad.
—Que bueno que ya estás mejor capitán, te extrañamos en el cuartel— Lili siendo la más estoica dejó ver una lágrima salir de sus ojos llenos de luz.
  Hunter no puede evitar sonreír por la bienvenida de su equipo —Los amo chicos, de verdad son los mejores miembros de equipo que tengo y mis grandes amigos— les dice a todos viendo los rostros de cada persona que lo recibe.
Después de un rato los Cazadores al regresar a la base, todos están en la zona de campos dónde está el césped. El rato pasa y las chicas están sentadas conversando en lo que los niños terminan de jugar. En un atardecer, los muchachos dejaron de jugar algo de fútbol americano, cuando se sientan un poco para tomar aire pero sin molestar a las chicas con el olor de su sudor.
—Paul, si algo no voy a perdonarte es perder ¿Qué te ocurrió en el partido amigo?— preguntaría Roberto algo molesto por el desempeño de Paul.
—Perdón amigó, solo que estoy algo… distraído— responde vagamente mirando a la distancia a Samantha sentada con las demás.
Los demás ven a qué dirección está viendo Paul y saben que no dejará de estar así si no hace algo al respecto, se voltean a ver para con las miradas ponerse de acuerdo y darle ánimos.
—Paul, no vas a lograr nada si no intentas tropezar al menos una vez— comentaría Hunter.
—Amigo, tienes que ser valiente y decirle ya de una buena vez lo que tú corazón quiere, por qué una cosa es estar seguro de lo que siente y ella siente por ti, pero lo que lo inquieta es el echo de algo no seguro ¿o me equivoco?— preguntaría Roberto haciéndole ver lo que quiere a Paul.
—Hermano, esa chica se que es todo lo que tú corazón quiere y créeme, a veces se lo que se siente, esa intriga, el miedo a ser rechazado, pero… si no lo haces ella será como un casquillo que se pierde en los escombros de una batalla que peleas a todas banderas— terminaría Beni mientras que sus ojos ven otra cosa.
—Ve— Le diría Hunter a Paul mientras le muestra una sonrisa para hacerlo sentir que todo estará bien.
Al mismo tiempo que esto pasaba las chicas platicando con Samantha ven como ella de reojo miraba a Paul.
—¿Sabes que Sam? El te quiere mucho y lo siento capas de dar todo por ti— diría Lúa haciendo sonrojar a Samantha.
—Es cierto Sam, sería un buen momento para aclarar las cosas con él y ya formar algo más— agregaría Lili.
—Vamos Sam, Paul es un gran amigo y siempre a demostrado que sus sentimientos por ti son puros como el agua de manantial, no lo hagas esperar más— diría Karla para terminar de animarla.
—Tienen razón, creo que ya lo eh pensado muy bien y creo que es el momento— animada Samantha se levantaría para ir con Paul.
Entonces casi al mismo tiempo los dos se ponen de pie para caminar en dirección al otro, viendo cómo se acercan los dos los chicos contienen la emoción.
—Samantha, yo…— diría Paul antes de ser interrumpido por ella.
—Paul no digas nada— ella le dice mientras pone su índice en los labios de Paul para evitar que hablé —Creo que se para que estamos los dos y sería muy tonto no decirlo, pero ¿recuerdas cuando te pedí algo de tiempo para pensar lo que va a pasar con nosotros?
—Si…— contesto Paul brevemente.
—Ya conoces muchos de mis aspectos, mi pasado y el echo de por qué quería estar segura de que eres tú a quien yo entregaré mi pobre corazón, y ahora se que alguien en este mundo me quiere… pero fui lastimada a grado que está era mi manera de lidiar con los hechos de mi vida, por eso me enliste, para olvidar y olvidar que tengo corazón, pero… llegaste a mi vida demostrando que no todo tiene que ser gris, con tu sonrisa que tanto amo, con tus ojos que irradian luz a pesar de lo malo que sea la situación, tu forma de ser conmigo, y no lo voy a ocultar, tengo miedo, miedo a pasar por lo mismo, miedo a que destruyan las últimas piezas que me quedan— Samantha tenía una sonrisa en su rostro y algo de lágrimas en sus ojos —Pero se y tengo la fe en que todo lo que me dices qué sientes por mi sea el núcleo de sinceridad de tu corazón hablando por qué eso me haces sentir, me haces sentir segura y quiero que eso sea para siempre.
Paul escucharía con atención para después de que ella termina de decir —Sam, desde el día que te vi algo despertó en mi sin avisarme nada, mi corazón te dio un espacio sin consultarme nada y siempre tuve el miedo de que me rechaces, y el día que me diste la oportunidad jure que siempre sería yo quien sostuviera tu mano, sería yo quien te cobije si tienes frío y el que cuidara ese corazón tan bueno y hermoso que tienes, dándote siempre todo el cariño que te mereces, por qué no eres acreedora de menos, te daría toda mi vida y si tuviera más de una, también sería tuya sin dudarlo— Paul con delicadeza después de acabar de hablar le levantaría el rostro con su mano izquierda y le daría un beso con mucha ternura, para terminar —Y se que tienes tanto miedo como yo, por qué en algún momento tropezamos, pero quiero ser yo el hombre de tu álbum de fotos y siempre serás tú para mí, hoy, mañana y siempre.
—Paul… te amo, gracias por estar y llegar a mi vida— Samantha lo abrazaría con fuerza, cayendo de su rostro lágrimas de felicidad que denotan un corazón que quiere sanar heridas —¿Donde estabas toda mi vida? Tonto.
—Ya no me iré de tu lado nunca jamás— Paul le diría mientras la rodea con sus brazos.
Los demás se acercaron para ver qué a pasado en el rato que estaban hablando.
—Bueno tortolitos ¿Qué resultó?— preguntaría Roberto poniendo una mano en su cintura.
—Oficialmente somos pareja— contestaría Paul con emoción en su garganta tomando a Samantha de la cintura levantándola para darle una vuelta un poco en el aire, bajando y dándole otro besó.
Todos los felicitan por ya por fin consumar su amor en una relación formal. El sol se pone para dejar ver las estrellas de una noche que se posa sobre el cielo oscuro, los Cazadores se ponen en camino a las cabañas para ya descansar y terminar un buen día lleno de noticias excelentes y comenzar un nuevo mañana.

John Hunter: CazadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora