La Sudadera

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Mientras los días pasaban Hera era la chica perfecta, todos la querían y las chicas babeaban por su hermanos, claro ella podría hacer proyectos de la materia con cualquier otro, pero no... me eligió a mi, no creí que tuviera mucho sentido pero ahora que lo pienso que fácil, tu compañera de piso, aunque extrañamente prefirió hacerlos en su casa y hoy era la última reunión. Estaba terminando de arreglarle para ir, yo me había topado algunas veces con sus hermanos, no era desagradable, algunas veces Herse me sonreía de una forma bastante sadica, no puedo decir que no me gustara, lo que hacía claro no el. Después de pasar quince minutos arreglándome y escuchando cualquier cosa que me hiciera sentir un poco viva, me veía decente y para eso era más que suficiente, Hera y yo bajamos hasta su auto, un hermoso jeep en color negro brillante, claro que tenía vidrios oscuros pero eso solo lo hacía mucho mejor. Tras un rato conduciendo llegamos al fin, seguía admirando esa casa, era más perfecta cada vez. Entramos y lo primero que hizo Hera fue huir y por su portátil y dejarme ahí sola, tras una puerta oscura apareció Herse, quien se veía espectacular, el usaba ropa deportiva por lo que supuse iría a la práctica de fútbol, el era Capitan del equipo y mariscal de campo, el me encontró allí sentada mirando mi móvil. - Hola Meg - dijo en un tono sorprendente Pacífico- - Hola - dije un poco incómoda - ¿ Vas a la práctica de fútbol ? - fue lo único que pude preguntar yo estaba perdida en su mirada y esa ropa le quedaba muy bien - Si el capitán debe estar siempre, ¿Quieres venir ? La pregunta me sorprendió en cuanto dejo sus labios - Tu hermana demorada años si continuó a la espera, voy por mis cosas El no entendió como un si, no se que toma buena idea sería ir a ver un montón de chicos lindos corriendo sin camiseta por ahí, o ir en el auto del desconocido hermano de mi compañera de trabajo. Llegamos pronto, vivía cerca del campo de entrenamiento, el me llevo hasta las tribunas donde me senté pacientemente, viendo cómo otra chicos aparecían con sus novias llevándolas al mismo lugar. Me sentí poco especial hasta que el clima decidió hacerme un favor m, comenzó a llover en el peor momento, moría de frío y olvidé mi sudadera en casa, no es que tuviera pensado salir de allí, un chico lindo alto de cabello chino llego a darme una sudadera. - Hola soy Austin- dijo sentándose junto a mi con una calma impresionante- - Soy Megan - intentaba sonar calmada pero el frío, y lo lindo que era no fue buena combinación- - ¿Haz venido con alguien ? Cuando me lo pregunto voltee incómodamente hacia el campo buscando a Herse quien tomaba un descanso y habla con una chica. - No vine yo sola - Esa fue mi mejor respuesta- - Y con este clima sin abrigo - lo dijo en un tono que sonaba igual a ml padre- - Lo sé, yo solo necesitaba aire y decidí venir - que mentira esa pero vaya que no quería que tan pronto se diera cuenta de lo fracasada que era- - ¡GREY! - gritó el entrenador desde el campo - Lo siento debo irme - fue lo último que escuché antes de verlo irse - Así que ese era su apellido, Austin Grey, nada mal. Después de que Herse se olvidara completamente de mi y saliera abrazado a una chica de ropa ajustada comencé a caminar, después de mucho tiempo caminando en el frío y lluvia llegue a mi residencia. No pasó mucho hasta que me quede dormida, era muy tarde cuando llegue. A la mañana siguiente tenía un trabajo que hacer,devolverle la sudadera a Austin, pero era sábado debía esperar hasta la tarde para ir a la práctica.


No iba a ponerlos a leer 1265 palabras asi que el capitulo tiene dos partes, lo siento por no actualizar

-Besos 

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