Cinco

4 2 0
                                    

—¿Un poema?

Jhon me miraba con su característico ceño fruncido, yo rodé los ojos.

—Sí Jhon, un poema.

Me miró unos segundos como si esperara que le dijera que solo era una broma. No, idiota, no es una broma.

Jhon tomo la hoja de papel que le extendía y lo guardo.

—Prometo leerlo. —Dijo

Nunca sabré si lo leyó o no, pero no me atreví a preguntar.

Realmente me había esforzado escribiéndolo.

Mi corazón se estrujó al día siguiente, Jhon se alejaba cada vez que intentaba acercarme.

Sentí que había echo mal en escribir algo para el.

"El cigarro se consume,

el alma también.

Nubla tus sentidos,

el humo expulsado de tus labios,

liberando lo que no has de poder decir.

Tu mirada nublada,

y tu sonrisa sarcástica,

encima del techo de tu casa,

cayendo,

cayendo una vez más.

Los agrios recuerdos están ahí,

y nunca se irán.

Aguanta los gritos de papá,

todo algún día acabará,

deja que el cigarro se siga consumiendo.

Todo estará bien, te amare desde el amanecer hasta el atardecer."

Con amor, SunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora