Parte 1.

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Era domingo, día de la madre, lo pasé con mis cuatro hijos y esposo, a diferencia de otros años, había un protocolo que cumplir.

Resultaba extraño no recibir un WhatsApp de mí hermano Titón, desde que falleció mí madre 

Me convertí en un referente, y sus saludos eran infaltables y muy alagador.

Llegó la tarde y su llamado ni WhatsApp llegó, sentía molestia internamente, se habrá olvidado?.

La mañana siguiente mí cuñada llamó, mí h tuermano el día anterior no tenía gusto ni olfato, no se había olvidado, no quería preocupar.

Su mensaje de voz me dejó tranquila, reiteraba que no quería preocupar, que era falta de gusto , olfato, un poco de tos, pero ya estaba aislado, y a punto de comunicarse con el sistema sanitario para ver qué le indican, desde ese momento estuve comunicada, todo iba andar bien, él es de fierro como pocos, y siempre su imaginación lo transformaba en un gran soldado, un soldado que no fue, a pesar de que había hecho el servicio militar obligatorio.

Pudieron hisoparlo el miércoles, y su resultado fue positivo, la pandemia tocó la puerta de la casa de mí hermano, sus amigos comenzaron a enterarse de la noticia y organizaron rápidamente una forma de juntar mercaderías, medicamentos, elementos de higiene, suficiente para los quince días de aislamiento. 

Ese sábado cerca de las 22 hs, mí cuñada llamaba, mí hermano no podía respirar, y la fiebre llegaba a 40°,la ambulancia llegó a su dpto y la dra sugirió su inmediata internación, Titón era llevado al hospital de campaña de la Ciudad. Pasó dos días para saber algo de él, el sistema sanitario se comunicaba con el familiar para dar parte médico, todo estaba colapsado, era una pandemia de la que estábamos aprendiendo todos.

Con ganas de escucharWhere stories live. Discover now