drinking games || oikawa tōru

capítulo único

Para entender mejor el fic, se recomienda escuchar la canción anexada.

drinking games

quiero saber si estás bien, pero me afectan demasiado las cosas que dices. a ti no te importa si llego a salvo a casa, porque sólo soy una jugadora más de tu juego de beber.

...

Me llevé la botella de cerveza directamente a los labios. Inicialmente sí había bebido de esos típicos y clichés vasos rojos de plástico que siempre se utilizan en las fiestas, pero cuando son las tres de la madrugada y estás más ebrio que sobrio, definitivamente beber directamente de la botella es una mejor alternativa.

La música está fuerte, muy fuerte, de seguro los vecinos llamarán pronto a la policía y eso no podría importarme menos, ni siquiera sé con certeza donde estoy. Si intento concentrarme en el presente puedo darme cuenta de que estoy en medio de una multitud de adolescentes que bailan y ríen mientras siguen drogándose como idiotas. La verdad es que no sé bailar, tengo dos pies izquierdos y entonces, ¿qué hago aquí? Me balanceo sobre mis talones y echo la cabeza hacia atrás, disfrutando de sentir cómo mi cabeza da vueltas y no me permite pensar con claridad.

Otra vez, ¿qué hago aquí? Ahora, al pasado. Es verdad, no quería estar en casa. Mis padres estaban discutiendo de nuevo, gritándose y golpeando las cosas y hasta golpeándose entre ellos. Luego de eso sonó el timbre y ellos no se percataron, siguieron discutiendo. Oikawa estaba detrás de la puerta, con esa pulcra sonrisa de rompecorazones y su apariencia perfecta de siempre. "Vamos", eso me dijo. No pregunté donde.

Tōru siempre llega en mis peores momentos, siempre viene cuando más lo necesito. Siempre fue así, desde que éramos unos niños y vivíamos el uno al lado del otro. Crecimos juntos, siempre juntos; Tōru y Sora. Él se hizo fácilmente popular, su bonita apariencia y su personalidad refrescante fueron más que suficientes para atraer a personas a su alrededor. Ambos incluso teníamos (y tenemos) problemas que se enredan entre sí. Mi papá engañó a mi mamá con la madre de Oikawa. Eso fue y hace varios años, y desde entonces que la vida familiar de ambos ha sido como un infierno.

— ¿Bailas? — un chico que no conozco en absoluto me tomó de la cintura y, sin siquiera esperar por mi respuesta se comenzó a mover al ritmo de la música. Tampoco es como que yo me opusiera, a estar alturas con mucha suerte puedo caminar sin tropezar.

Él acarició mi rostro y (por lo que alcancé a escuchar) halagó mis ojos y mis labios, y cuando estaba por besarme sentí un jalón en el brazo y vislumbré cómo una cabellera castaña me arrastraba por todo el lugar hasta un sitio más apartado. Salimos de la casa y caminamos unas cuantas cuadras hasta dar con un pequeño parque donde él me soltó.

— ¿Qué crees que haces, Sora? — Oikawa también estaba borracho, me reí un poco al darme cuenta de eso y preferí mantenerme callada. No es como que pueda responder apropiadamente su pregunta, no tengo idea de lo que hago —. No te puedo perder de vista, simplemente no puedo dejarte sola porque a los segundos ya hay tipos sobre ti hablándote de los lindos ojos que tienes y a punto de besarte. — el tono enojado con el que se dirigió a mí me hizo volver un poco a mí misma y sentí un cambio brusco de emociones. Apreté los puños y sentí mi cara tornarse roja de impotencia, junto con mis ojos humedeciéndose.

— ¿Y está mal que adulen mis ojos? ¿Está mal que me quieran besar? ¡Ya estoy harta de que siempre que alguien se acerque a mí tú intervengas! Tú tienes a Hana, Tōru — su rostro y su mirada se endurecieron en cuanto la nombré —. Desde que comenzaste a salir con ella no he dicho nada, no me he metido en su camino, me he intentado apartar de ustedes, ¡y eres tú el que no me deja! — a ese punto yo ya estaba llorando y simplemente no podía controlarlo. Mi pecho se oprime y se suelta al mismo tiempo que las lágrimas caen, caen, y caen. Él no dijo nada, y cuando lo miré me di cuenta de que también estaba llorando.