𝐈 𝐖𝐢𝐬𝐡 𝐁𝐞 𝐉𝐚𝐧𝐚 [𝑆𝑒𝑏𝑎𝑠 𝐿𝑎𝑛𝑔𝑎𝑟𝑖𝑐𝑎]

ᴏɴᴇ

Ciara

Estaba acostada pensando en que momento me descuide para que pase esto. Tenia su suéter puesto mientras lo llenaba de lágrimas con la vista perdida recordando y pasando ese tres de diciembre tantas veces por mi cabeza, yo, su suéter que traigo ahora, papas fritas, el y nuestros sentimientos.

Ese "me gustas" que soltó Sebastián para después besarme me lo dejo grabado en el corazón, corazón que ahora siento vacío. Por mi culpa estamos asi, mi maldita inseguridad de no ser suficiente.

Arrepintiendome el dia en el que negué ser su novia porque no estaba lista y el decía "entenderme y esperarme" para cuando lo este.

Pasaron tres meses y todavía no, estoy lista y siento que lo perdí. Tampoco sentía correcto que seamos pareja siendo mejores amigos, no podía vivir sin el y si nuestra relación fallaba, moría.

Me levante de la cama y me prepare para una mañana insoportable.

[..]

—Hola cia— dijo el castaño besando mi mejilla.

Sus besos en mi mejilla no se sentían igual desde hace dias.
Y paso lo de sebas desde hace semanas, las mismas que lleva viendo a Jana, la nueva. Sebastián no me queria decir pero veo sus ojos cuando ella pasa. Que gran alegría pasan por esos ojos lastimados.

Esos ojos verdes mas brillantes que nunca, en esos que espero que allí pueda amarme tal y como soy.

— entremos a clase— dice todavía con la vista en Jana, ni cuenta se dió del suéter que traigo, el mismo con el que me confeso sus sentimientos, el mismo con el que el me beso hace tres meses, el mismo con el que llore esta mañana.

Dios! Que envidia, las curvas perfectas de jana me hacen queres desaparecer de la vista de mi mejor amigo por el cual estoy flechada y el lo esta de mi.

— Que hiciste hoy cissy?— dijo pellizcando mi mejilla y yo reí por su accion.

— Em— pensé— practiqué para las audiciones y tu?— pregunté dándole un mordisco a mi sandwich.

Su vista esta fija hacia adelante, en Jana, Es cuando dejo de comer porque subestimo mi peso y creo que minimizar mi cantidad de comida no estaría mal.

— hoy hable con un amigo de jana—dijo feliz.

— ah si? y que te dijo?— dije con un nudo en la garganta que logre disimular.

— dijo que me la va a presentar— hablo el castaño mirandola.

Ahí fue cuando me di cuenta que lo había perdido.