¡Él no es mi Hermano! | Minsung

¿Qué te importa?

Minho volvió a ver su móvil, ya habían pasado 15 minutos desde la salida y Jisung aún no venía. En esos momentos realmente necesitaba su número telefónico.

Estaba un poco recostado por su auto, mirando hacia todas partes, buscándolo.

Finalmente lo encontró, venía con todo su nuevo grupo de amigos, reconocía a todos; Jeongin, Felix y... Hwang Hyunjin, el cual venía al lado de Jisung, y con el brazo por encima de su hombro.

Jisung lo vio desde lejos, por lo cual decidió acercarse.

—Creí que ya te habías ido, pero veo que no. —habló al acercarse al mayor.

—Cállate y súbete, tengo cosas que hacer. —Minho apenas lo miró, estaba demasiado estresado como para prestarle mucha atención al tema.

—En realidad, quería ir con mis amig...

—Dije que te subas. —interrumpió el mayor con una voz firme pero no fuerte—.

—En serio, puedo ir con ellos, no tienes que preocu...

—Te esperé casi 20 minutos, porque no puedo dejarte ir solo, y ni siquiera me buscaste antes para avisarme que irías con ellos. —su semblante era serio, asustaba un poco—. Ya me hiciste esperar, así que solo te queda subir al auto.

Jisung tragó saliva, sabía que si le desobedecía en ese momento en la casa tendría más problemas con él.

Hizo un ademán desde lejos, haciendo entender a sus amigos que iría con Minho. Ellos extendieron sus manos y se despidieron desde su posición, Hyunjin parecía algo molesto. Enseguida se fueron en otra dirección.

Seguidamente, Jisung se subió al asiento del copiloto, puso su mochila sobre su regazo y resopló fuertemente.

—Deja de resoplar así.

—¿Y cómo quieres que haga si no me permitiste ir con mis amigos? —Jisung lo miró de mala forma.

—Es tu culpa, me hiciste esperar.

Minho puso en marcha el auto, y miró por el retrovisor para retroceder y poder salir así del lugar.

—Lo siento, pero no tengo tu número ni sé dónde es tu clase, sabes?

—Saca tu móvil, ya.

—¿Para qué?

—Solo hazlo, Han.

El mencionado solo obedeció, encendió la pantalla de éste y escuchó como Minho empezó a dictar su número telefónico; rápidamente entró en contactos y lo agendó.

—Ya no tienes excusa ahora. —remarcó serio, sin despegar la vista del camino en ningún momento.

—Bien, te avisaré la próxima entonces. —apagó de nuevo su móvil y lo volvió a poner en el bolsillo.

El camino a la casa fue un poco raro, después de eso ninguno se dirigió la palabra en todo el camino. Eso ponía a ambos algo tensos.

Luego de varios minutos, llegaron a su hogar. Minho estacionó el auto cuidadosamente, y ni bien frenó, Jisung se bajó y cerró la puerta del auto con más fuerza de la que debería.

—¡Hey, no hace falta hacerlo tan fuerte para que cierre! —Minho salió detrás de él, molesto por su acción.

En cambio, Jisung no le dio importancia y entró a la casa como si nada, sin prestarle atención. Subió las escaleras y se tiró directamente a su cama.

Minho no pudo tolerar eso y fue tras él, llegó a su habitación y abrió la puerta sin preguntar; tomando a Jisung desprevenido.

—¿No te enseñaron a tocar o qué? —habla el menor con una mueca de molestia.