Vida Escolar

Pos-pandemia

El regreso a clases está cerca y se sienten los nervios como si fuera el primer día, cuando mamá y papá te llevaban de la mano, y no la quieres soltar porque apenas sueltes su mano se lleva la valentía con ella.

Después de dos años sin clases presenciales parece un mundo nuevo. Muchos están con un mar de emociones, que no pueden explicar. Pero en mi caso, me da igual.

La pandemia afecto de muchas maneras a muchas personas, y a nosotros los adolescentes fue como un golpe mortal. Pero yo no tengo amigos, y no tengo vida social así que no me afecto como a la mayoría.

Mi casa durante la pandemia fue como un hospital más, mi padre es médico y lucha hombro a hombro con el virus por lo cual en casa tenemos un sistema de desinfección profesional, mi hermano hizo cursos privado de primeros auxilios, y estudio mucho para ayudar a papá. Creo que puede ser paramedico, pero aun no termina la escuela.

En mi ciudad todo esta volviendo a la normalidad, muchos países y ciudades estaban volviendo pero mi ciudad mantuvo los cuidados para estar más seguro, ahora estamos volviendo y aunque ya no necesitamos tapabocas para salir y si, está la posibilidad de contraer el virus, pero muchos dicen que con las vacunas se elimina la mortandad y se trata como una enfermedad más, como la varicela, que aunque está el riesgo de infectar a otros, debes cuidarte en casa.
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Decido salir de casa un rato, a comprar utililes y cosas que necesitaré para el regreso a clase, tomo las llaves de la casa y mi bolso, que siempre pero siempre tiene un libro.

- ¡Mamá voy a salir un rato, ya regreso! - Grito desde la puerta.

-¡No demores tu abuelo viene de visita! - Grita mamá desde su estudio.

Llegó a la papelería, llevó una lista con las cosas que voy a necesitar soy de esas chicas que le gusta la papelería, los memod, los micropuntas, los plumones, todo al estilo kawai, me gusta tener mis apuntes super chulos.

Cuando salgo voy dando salticos como niña que sale de dulceria, tenia tanto tiempo que no hacía este tipo de compras. Cuando voy a doblar la calle me doy cuneta que hay 3 chicos super populares de mi instituto y justo tengo que pasar por ahí. Valgame Dios, odio tener que saludar a la gente. A todos en general no hay discriminación.

Tengo puesta una sudarea gigantesca, que por cierto es de mi hermano, así que solo me pongo la capucha, rogándole para que no me vean, pero soy enana mas no invisible.

- ¡¡Hola NERD!! - saludan al unísono como si eso los hiciera más sexy.

- Oh, ¡Hola Idiotas! - les devuelvo el saludo con una mirada de pocos amigos.

- ¿Porque tanta agresividad?, es cierto que eres una nerd - Dice uno de ellos, creo que su nombre es Chad.

- ¿Por qué tanto asombro? Es cierto que son unos idiotas- le digo en el mismo tono para que se note mi desagrado.

-Creí que eras diferente- Sonríe Fred, creo que su nombre es Fred. En mi defensa no socializo si puedo evitarlo. Y aunque no se me olvidan los rostros que llaman mi atención tiendo a olvidar sus nombres.

- ¡¡Wow!! En serio? - me burló usando un tono dramático - Creías que era tímida, recatada, con miedo a hablar, y que si 3 chicos guapos me saludan me iba a sonrojar, porque se fijaron en mi - terminó mi teatro de damicela en peligro y los fulmino con la mirada.

Se quedan por unos segundo procesando lo que acaba de pasar. Nunca habían cruzado palabra conmigo, como la mayoría en el instituto, por lo tanto creen que soy una persona tímida como miedo hablarle a las personas.

Felix pasa un mano por la barbilla - Entonces, crees que somos guapos? - Pero que carajos Felix, de todas las cosas que dije solo se fijo en eso?

Chad y Fred se ríen fuerte, hasta yo tengo ganas de reír, pero me contengo - Esta bien no quisimos molestarte. - dice con sinceridad Fred, que rasca la parte de atrás de su cabeza.

- Es que todos en la escuela te dicen así, Ash la NERD, porque siempre estás leyendo algún libro, y tienes las mejores notas de todo el grado - explica Chad un poco avergonzado.

- Soy inteligente ¿y? - Les digo con arrogancia, les hago una seña para que se acerquen a mi, ellos obedecen - y sobre los libros que siempre leo - meto la mano en mi bolso y le paso el libro que llevo - Les dejo una probada. Nunca juzguen un libro por su portada.

Ellos se miran las cara y luego leen el nombre del libro - Pídeme lo que quieras de Megan Maxwell - me miran desconcertados, como si nunca hubiesen tenido un libro en la mano, ay Dios estos ignorantes.

- Léanlo y luego hablamos - sigo mi camino como si nada sin antes darles otra mirada cuando leen la contraportada del libro, y sonrió.

Entró en pánico y corro nuevamente hacia ellos - ¡Por cierto! - me miran nuevamente - es prestado, me lo devuelven, en perfectas condiciones. Sin mas, los dejo. - les doy una seña de adiós y sigo mi camino.

Antes de girar los oigo decir - ¡Mierda! Yo me lo quedó.

-No, yo lo leo primero.

-Piedra, papel o tijera, el que gane se lleva el libro.