¹Not A Monster -Liam Dunbar ✓

11.

Después de un maratón de películas de doce horas de duración, los tres adolescentes se estrellaron en el sofá, Mason a medio camino del sofá con toda la sangre drenando su rostro, y Aspen y Liam en el otro extremo, presionados uno contra el otro como si pertenecieran allí.

Liam se despertó alrededor de las 8:00 a. m. y sintió el zumbido familiar de Aspen a su lado. Trató de moverse y levantarse, pero, después de intentar fallar miserablemente, decidió que no podía hacerlo sin despertarla.

Pero realmente tenía ganas de orinar.

El hombre lobo se estiró lo más que pudo para poner su calcetín en la cara de su mejor amigo, tratando de despertarlo. "Mason." siseó Liam, pateando su nariz. "Mason, despierta." Liam no estaba seguro si fue el pequeño empujón o el calcetín apestoso, pero lo despertó. Realmente despierto. Tan despierto que saltó y cayó hacia atrás del sofá, golpeándose la cabeza contra la mesa de café con un golpe. Masón maldijo.

"¿Qué diablos, hombre-" comenzó Mason, frotándose el bulto recién formado en su frente. Se detuvo una vez al ver la situación de Liam. "Oh, amigo." Mason se rió de él con nerviosismo. Sabía lo mal que lo tenía por Aspen; Liam le había contado todo el día que la conoció. Era todo lo que habían hablado durante todo el día.

Se tensó cuando Aspen se movió, girando la cabeza hacia donde sus labios estaban en su garganta, permaneciendo allí. Liam contuvo el aliento y tragó saliva, mirando suplicante a Mason. No solo tenía que orinar, estar tan cerca de la chica de la que estaba enamorado era estresante.

Guau.

¿Cuándo se dio cuenta Liam de que estaba enamorado de ella? ¿Fue él? Teniendo en cuenta que solo es un estudiante de primer año, estar enamorado es bastante grande. Especialmente cuando ni siquiera estaba seguro de que ella también lo quisiera.

"Amigo." le susurró Liam a su amigo. "Tengo que orinar. Ayúdame."

Mason se rió. "Está bien... Um, solo sácala y la atraparé." Se inclinó sobre una rodilla, moviendo los dedos debajo de ella.

"A las tres." asintió Liam.

"Uno." susurró Mason. "Dos."

"¿Que están haciendo, chicos?" Aspen preguntó con voz ronca, parpadeando hacia ellos. Sus ojos azules todavía estaban nublados por el sueño mientras fruncía el ceño a los dos niños.

"Uh..." tartamudeó Liam. "Yo... Um, tenía que orinar..." Estúpido, Liam se regañó a sí mismo.

"Lamento... interrumpir lo que sea que sea esto." sonrió Lydia, con una mirada traviesa en sus ojos verdes. "Pero Chris Argent quería que lo llamaras."

Aspen asintió y Lydia sacudió la cabeza hacia la derecha, indicándole a Aspen que la siguiera. "Voy, eh, vuelvo enseguida." murmuró Aspen, rodando fuera del sofá detrás de Lydia. Antes de que pudiera salir, Liam también se puso de pie.

"¿P-puedo tomar una ducha? ¿Si está bien?"

Aspen sonrió ante su cortesía. "Claro. Tómala en mi baño, la segunda puerta a la izquierda. Arriba."

Liam asintió y comenzó a subir las escaleras, Aspen lo seguía con la mirada. Después de que estuvo fuera de la vista, Aspen salió de la habitación hacia la cocina donde esperaba Lydia. Pero no pudo evitar escuchar a Mason murmurar para sí mismo: "Full House es mucho mejor. Pff..." Aspen sacudió la cabeza con una gran sonrisa. Todo el mundo necesitaba un Mason Hewitt.

Cuando Aspen se encontró con Lydia en la cocina, su hermana evitó mirarla a los ojos y levantó la jarra de leche que había sacado de la nevera. "Entonces..." preguntó Lydia, sus ojos verdes finalmente se encontraron con los de ella. "¿Cuándo lo besaste?"