La gélida noche decembrina acariciaba con fiereza el cuerpo de Jeongin. Arrastraba los pies por las vacías calles rumbo a su departamento con la mirada pérdida entre los arboles e inexistentes flores.
Recuerda como el invierno solía ser el causante de su euforia total, pues lo sentía cálido; como si de la primavera tratase. ¿Existía algún motivo para ello? Oh, claro que lo había. La tarde en que conoció a Hyunjin fue al inicio de la fría estación, cuando las bonitas flores son cubiertas por la blanca y espesa nieve.
Dos jóvenes de alma pura iban en busca de alguna flor que aún estuviese con vida, uno la necesitaba para darla como regalo a su pequeña hermana y otro para su madre. Ambos encontraron el capullo al mismo tiempo, lo que los hizo negarse a desprenderla de la tierra para contemplarse mutuamente por algunos minutos extra.
De ahí, todo fue una dulce historia donde ambos comparaban su relación con las flores, alegando a que estas eran igual de hermosas y vivas como el amor que sentían el uno por el otro.
La nostalgia lo golpeaba de la forma más cruel posible, no podía dejar de pensar en que poco a poco aquella preciosa flor lentamente fue marchitándose llevando consigo los ocho años más felices de su vida.
Los vagos y traviesos recuerdos jugaban en su mente como si de un par de chiquillos se tratara, ¿Cuánto faltaba para llegar a casa? no sabía o, tal vez sí pero se negaba a aceptarlo como todo lo que sucedía últimamente a su alrededor.
Lo que Jeongin no recuerda es en como fue que su relación se deterioro de la noche a la mañana, solo pequeñas memorias están presentes de como su pareja comenzó a llegar tarde y a evadirlo lo más posible hasta el punto de no dormir en su hogar por largos periodos de tiempo. No puede evitar pedir perdón, tal vez fue su culpa por no estar tan presente en su hogar y darle a Hyunjin la atención que necesitaba.
Su mente se lo repetía una y otra vez hasta doler, prefería creer que el error había sido suyo para no ver la realidad frente a sus tristes ojos; Hyunjin amaba y pensaba en su compañero de trabajo, Kim Seungmin.
Las ganas de llorar estaban ahí, le desgarraba el alma al pensar que los múltiples rechazos de Hyunjin se debían a su oculta relación con Kim. Quería recordar la sensación de calidez recorrerlo al tener a Hyunjin junto a él rodeando su cuerpo, justamente como lo estaba haciendo en ese precioso momento junto a Seungmin.
De nuevo, los recuerdos traicioneros lo reflejaron a él en Kim; como si se estuviese recreando una misma escena sucedida hace algunos años.
Fue el día de su cuarto aniversario de novios cuando Hyunjin le pidió matrimonio a Jeongin después de la cena familiar en la casa Yang, fue algo tan magníficamente encantador que ambos sentían como su corazón latía de una forma tan rápida que lograría salir de sus pechos.
Durante la noche de ese día caminaron por el blanquecino parque tomados de la mano, con el anillo de compromiso reluciendo en el dedo anular del peliblanco. Recorrieron el lugar por largas horas, disfrutando de la compañía del contrario hasta llegar al edificio que compartían. No entraron inmediatamente al llegar, contrario a esto, se abrazaron fuertemente en la entrada, los dos transmitiendo su calidez y sentimientos al contrario.
No supo cuanto tiempo transcurrió hasta ver como Kim se alejaba y Hwang volvía a ingresar al edificio. No avanzó, sus recuerdos seguían pasando como si de una película tratase causando que el frío comenzara a sentirse más fuerte; como si aquella calidez artificial brindada por la sudadera no existiera. Lentamente dirigió su mano que contenía el anillo a su rostro, dejando un frío pero suave beso sobre éste para cerrar levemente sus ojos al sentir una punzada en su cabeza; como parte del estrés con el que lidiaba diariamente.
Caminó a paso lento hasta la entrada del edificio, notando la lastimera mirada que le dirigía el portero y los presentes en el sitio. Se debatió mentalmente sobre si tomar el elevador o subir siete pisos hasta su departamento, eligiendo la segunda opción pues quería alargar un poco más el momento en la que la dura realidad lo golpeara.
El tiempo pasó rápido al estar sumergido en sus pensamientos, en un abrir y cerrar de ojos se encontró metiendo la llave en la cerradura para posterior, abrir la puerta completamente y cerrarla a sus espaldas; aún con la mirada en el suelo.
—Jeongin —murmuró la voz frente a él.
Levantó la vista, encontrándose con la pesadilla que lo atormentaba desde hace semanas. Frente a él se encontraba Hyunjin con las maletas listas, esperando poder despedirse de Jeongin de forma correcta.
—No te vayas esta noche, por favor— fue lo único que pudo decir antes de que las lágrimas corriesen por su pálido rostro —T-Te necesito a mi lado.
—Jeongin, ya no puedo continuar con esto. Tu y yo sabemos lo que ha estado sucediendo en nuestra relación desde hace semanas o incluso meses.
— Lo siento, mi vida. Es mi culpa ¿verdad? Prometo dedicarte más tiempo, tal vez dejar mi trabajo pero, por favor, no me dejes— Sollozó, dejándose caer al suelo siendo algunas punzadas en su cabeza y pecho.
— No Jeongin, no es tu culpa. Soy yo, el problema es conmigo y con mis sentimiento — Hizo una pausa el mayor, hincándose hasta quedar a la misma altura que Yang. Tomándolo entre sus brazos, sintió lo frío y tembloroso que se encontraba su pareja— Tú y yo lo sabemos, mi amor se ha i...— Fue cortado bruscamente por Jeongin que se aferraba más a el.
— Sé que tu amor por mi ya no esta, pero no lo digas; No me digas que tu amor se ha ido, por favor. — Rogó, dejando salir todo el sentimiento guardado.
Yang temblaba y se aferraba a los brazos de su amado, sentía que en cualquier momento este se esfumaría dejándolo completamente solo.
—Jeongin, me tengo que ir— Dijo Hyunjin, levantándose del suelo mientras secaba sus lagrimas y tomaba sus pertenecías.
— Te lo suplico, quédate aquí una vez más e intentemos enamorarnos— Terminó de decir antes de que la puerta fuera cerrada dejándolo con la única compañía de sus lágrimas y su eterno frío decembrino.
Con las pocas fuerzas que quedaban en su cuerpo, corrió tras Hyunjin sintiendo como el dolor en su pecho comenzaba a hacer presencia. Se sentía tan débil, poco a poco el aire dejaba de entrar a sus pulmones de forma correcta.
Más, no le importó y siguió corriendo tras Hyunjin, notando como este subió al coche de Seungmin. Una vez más confirmando que la preciosa flor se había marchitado, quedando atrapada entre el gélido invierno.
— Solo quédate, te quiero y necesito a mi lado— Susurró de forma inaudible, dejando caer más lágrimas; con el frío congelando todo su ser.
Subió a pasos lentos, con la respiración lenta y entrecortada mientras el dolor en su pecho iba en aumento. Apenas logró entrar a su departamento, cuando la punzada en su corazón lo golpeó con tanta fuerza que una última lágrima rodó por su pálida mejilla antes de que los bellos luceros que alguna vez miraron con adoración a Hyunjin, se cerrasen volviendo a sentir como su cuerpo dejaba de ser frío para envolverse en la calidez que hace meses, desde que su anemia fue detectada, dejó de abrazarle.
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one more time ☆ hyunin
Random૮₍ '• ˕ •' ₎ა ─ ❝ Sé que tu amor por mi ya no esta, pero no lo digas; No me digas que tu amor se ha ido, por favor ❞ › hyunin. ★ hyunjin top! jeongin bottom! ★ angst. one shot. › obra original. ★ todos los derech...