Capitulo 10. Segunda prueba

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¡A veces quiero pensar en ser libre, porque no puedo serlo!

-Un tiempo antes-

—¡Ese niño no es normal! ¡No lo podemos mantener más en este lugar! —gritó la voz de una mujer

—¡¿Qué quieres que haga con él?! —gritó la voz de otra mujer con ira

—¡Nose! ¡No me importa!, pero no lo quiero ver aquí. No me importa que no tenga un sitio donde quedarse, no se puede quedar aquí ni un poco más—habló con fuerza la primera voz

—¡Acaso no tienes compasión por un niño sin madre! —gritó la otra mujer mucha molestia

—Por un niño, sí. No por un delincuente. Sabes muy bien lo que hace todas las noches que sale de su cuarto, no tienes idea de lo que este orfanato tiene que pagar por las peleas que tiene en la calle. —dijo la voz con mucha agresividad.

—¡Es nuestro deber que este seguro! ¡Solo tiene 11 años! —comentó la otra voz con súplica

—¡Nuestro deber es que esto sea un punto seguro para todos los niños! —gritó la mujer con más fuerza—Te doy 3 días, para que consigas otro orfanato para el mocoso, si no me veré obligada a enviarlo a la calle—

—¡No puedes hacer eso! ¡Es solo un niño! —dijo la otra voz

-2 Meses después-

Se veía un Izuku por las calles de una ciudad con la piel pegada a los huesos, producto del hambre que tenía. Estaba sin zapatos en un día donde el frío dominaba el clima, su ropa hecha tirones lo hacían ver como un muerto viviente, lo único que lo mantenía vivo era la convicción de no morir. El pelinegro no pudo más, y cayó al suelo producto del hambre, sueño, cansancio, pero aun así se seguía arrastrando.

—Pobre niño, la gente puede hacer que su indiferencia se convierta en crueldad humana— dijo la voz de un hombre que estaba mirando a Izuku—¿Quieres comida y un lugar cálido? —preguntó la voz con ternura

—No quiero tú lástima, sé cómo los demás y lárgate—contestó Izuku con la poca fuerza que tenía, pero esto hizo sonreír al hombre

—No. Al contrario, vengo a darte mi gratitud. Pero si prefieres morir con orgullo, en vez de usar la razón, no puedo hacer nada—dijo el hombre para marcharse

—¡Espera! —dijo la voz cansada de Izuku—Si ... Si quiero comer—dijo como podía. El hombre se volteó con una sonrisa

—¿Cómo te llamas, hijo? —preguntó el hombre al pelinegro

—Izuku ... Midoriya...—dijo como pudo—Si vas a hacerme daño, mejor acaba con mi sufrimiento—comentó Izuku para desmayarse

El hombre cargo el cuerpo del niño con cuidado—No te preocupes, no solo te daré los cuidados, sino que te daré un objetivo... Mi preciado Jinete—dijo la voz con una sonrisa para desaparecer de la vista.

-Tiempo actual-

Había un descanso en el Festival. Todos los alumnos que pasaron a la siguiente fase estaban en un palco mirándose entre sí con mucha tensión aun de la primera prueba. Algunos tenían una cara de molestia, otros estaban tranquilos y algunos tenían algo de nervios por lo que podría producirse.

—¡Eres una tramposa! —gritó Mina con ira hacia Akazi que tenía una cara tranquila ignorando a chica rosada

—Mina-chan... Creo que deberías calmarte—trató de decir Uraraka con nervios, pero la chica le devolvió una mirada hostil a la castaña

Héroes de Corazón (Bhna )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora