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El presidente de ecomoda se encontraba tranquilamente en su oficina, "tranquilo"  por así decirlo, ya que se encontraba abrumado física y metal mente, aproximaba la próxima colección y ya iban algo retrasados, su diseñador Hugo lombardi lo tenía cansado de siempre recordarle que quería las telas mas caras y de mejor calidad, estaba prácticamente con una soga atada al cuello porque había discutido con su novia/prometida, Marcela valencia, y Mario no aparecía para bajarle así sea un poco el estrés.

- Don Armando, con permiso, que pena, es que estabamos esperando a betty para ir a almorzar - apareció Sofia en la oficina.

- No se preocupe, pase y llamela - sin darle mucha importancia volvió a sus asuntos.

- Betty! Salga!, las muchachas nos están esperando.

- Ya voy Sofia!  - grito la chica desde el hueco que tenia por oficina, luego de unos minutos salió  - bueno, ya vamonos, eh, hasta luego don Armando, con permiso - y sin decir mas salió de la oficina con sofia.

Justo en el mejor momento se apareció Mario Calderón, a la persona que deseaba ver ese día.

- Como estas, mi querido director - expresó alegre acercándose a Armando, este de inmediato se levantó de su asiento y le dio un pequeño beso en los labios al más alto -  ellos habían empezado a salir hace algunos meses, fue difícil para los dos aceptar sus sentimientos, pero al final, eran felices juntos, claramente su relación se mantenía en secreto, nadie lo sabia, a excepción de Betty, la cual en un descuido los había visto darse un beso, y al final no tuvieron más opción que contarle, por lo que ella juró que no contaría el secreto a nadie, armando confía plenamente en betty, así que no le preocupa que ella se la única entrada por ahora.

- ando bien estresado, siento que todo lo tengo encima, la colección, las deudas, Daniel que me quiere quitar la presidencia, el no poder alcanzar mis metas - contaba mientras se sentaba en el cómodo sofá de su oficina y Mario repetía su accion.

- wow, calmado tigre, pareciera que te fueras a morir de estrés en cualquier momento.

- agh, es que no se como asimilar todo esto, para remate Marcela me esta vigilando a cada momento.

- ya hombre, me vas a estresar a mi también .

- no sea bobo Calderón.

- y que tal si... lo ayudo a que se relaje un poco - había cambiado su tono de voz a uno más seductor, acercándose cada vez más a armando.

- sabes, eso no estaría nada mal - esa fue la señal que estaba esperando Mario para lanzarse contra los labios ajenos, estuvieron varios minutos dándose besos, en un momento Mario se detuvo para besarle las mejillas y la frente a Armando, cosa que le causó risitas al menor.

El presidente de Ecomoda era alguien alguien de caracter serio, que se le veía siempre gritando y con el seño molesto, Mario era el único que lograba sacar su lado dulce.

Los besos bajaron al cuello, empezaba a tener jadeos por los toques de Mario, quien también acariciaba levemente su pecho por encima de su traje, probablemente si no lo detenía quien sabe que cosas pasarian en esa oficina, con el peligro de que cualquiera podria entrar en cualquier momento.

- M- Mario espera, para - lo alejo poniendo sus manos en el pecho ajeno - nos podrían descubrir.

- ¿y?, yo quisiera que todos se enteraran de lo nuestro - le susurro con voz ronca al oído haciendo que este se erizara.

- no seas bobo, ya quita, mejor vamos a comer, que tengo hambre -  sin decir más se levanto del sillón y se acomodo un poco el traje, volteo a ver a Mario quien lo miraba con cara de cachorro necesitado.

☆Bath day☆[MarioxArmando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora