—¿Qué es esto?
Shouto retrocedió ligeramente, observando a su padre con desdén —pobremente contenido— antes de regresar la mirada al libro en su regazo.
—Un celular.
—Ya sé que es un celular, Shouto. Me refiero a lo que muestra en la pantalla. ¿Quieres explicarme qué significa esto?
—No veo por qué reaccionarías de esta forma. Creo que me veo bastante bien.
La fotografía había sido tomada la noche anterior por un fan en el pequeño estacionamiento del seven-eleven. Aún con el barbijo cubriéndole gran parte del rostro, no había forma de negar que la persona de cabello bicolor sosteniendo una gatorade azul era él. Sin embargo, Shouto positivamente reconocía que no era esa la razón de la furia de su padre, sino quién le mantenía compañía esa noche.
Era imposible no reconocer al superhéroe número uno de Nueva York, después de todo. Spider-Man se recargaba con un hombro en la pared de ladrillos a un lado de la puerta de vidrio, su figura parcialmente iluminada por el letrero neón del comercio. Shouto debía alzar un poco el mentón si quería hablarle a la cara en vez de a su pecho, y en la fotografía estaba haciendo justo eso, revelando que efectivamente se estaba dando una conversación entre ambos —o que, al menos, unas pocas palabras estaban siendo intercambiadas.
Enji no parecía contento con su respuesta. Shouto no estaba sorprendido. Después de todo, su padre se esforzaba cada día en expresar públicamente su disgusto hacia Spider-Man, no importaba cuántas veces el héroe demostrara ser merecedor de aplausos y gratitud. Shouto no lograba comprender del todo el razonamiento de su padre pero sabía que, dijera lo que dijera para intentar cambiarlo de parecer, no funcionaría.
—¿Lo conoces personalmente?
Shouto parpadeó. A duras penas se contuvo de poner los ojos en blanco.
—No.
—No toleraré más mentiras.
—No lo conozco personalmente. Sólo fue una breve conversación.
—¿Sobre qué? —Enji se cruzó de brazos.
—El clima.
—No quiero ver que te estés relacionando con esa persona, Shouto. Es sólo un niño jugando a ser superhéroe que se interpone en el trabajo de la policía. Va a lograr que lo maten un día de estos e inevitablemente te arrastrará junto a él.
Si tan sólo la policía hiciera su trabajo, no necesitarían de un Spider-Man para salvar la ciudad. Apretando los dedos alrededor de la tapa del libro y tragándose sus palabras, Shouto asintió. Por la expresión en el rostro de su padre, apostaba que habían más cosas que quería decir; al igual que Shouto, Enji reconoció que no llegaría a ninguna parte con su estúpido discurso. Se conformó con asentir de regreso, y finalmente lo dejó solo.
°. • ° * • 🕷 • * ° • .°
Su celular vibró en el escritorio. Shouto pausó el lápiz por un segundo, inclinándose para leer el mensaje en la pantalla encendida. Lo desbloqueó con un suspiro, dirigiéndose directamente al chat para releer su propio mensaje.
No puedo salir esta noche.
La burbuja blanca debajo de éste mostraba un emoji triste, seguido por un simple por qué no.
Enji vio una fotografía de nosotros. Mordiéndose el labio, Shouto continuó escribiendo. Prefiero esperar a que se calme.
La burbuja con los tres puntos apareció debajo de la suya. No hay problema, Shou. ¿Pero me dejarías afuera si accidentalmente me estrello contra tu ventana?
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atlas ; todosero | seroroki
FanfictionSpider-Man es el héroe número uno de Queens, Nueva York. Todoroki Shouto sólo está preocupado por su novio.