Trágame Tierra [Pausada]

Capítulo 1

Mitsuya sabía que debía despertarse porque tenía un día muy ajetreado, pero la cabeza le daba vueltas y sinceramente no tenía ganas de hacer absolutamente nada, pero aún así su sentido de la responsabilidad era mucho mayor que el malestar que estaba sintiendo en ese momento, por lo cual se levantó de la cama, salió despacio de la habitación y se dirigió al baño para tomar una ducha y tal vez  relajarse un poco, pero ni bien cerró la puerta unas grandes náuseas lo invadieron, desde la noche anterior que moría de náuseas y diferentes malestares en el cuerpo, pensó incluso que tenía algún tipo de bacteria por algo que comió o que simplemente sus hermanitas habían pescado algo en la escuela y se lo contagiaron, estaba seguro que debía ser eso.

Pero apenas cerrar la puerta del baño sintió una arcadas enormes que le hicieron vomitar de inmediato, agradecía de haber llegado al inodoro porque no le apetecía para nada tener que limpiar vómito, después de ese pequeño episodio no sintió algún otro malestar, por lo que pudo hacer el desayuno y empezar a lavar la ropa sin ningún problema, además de qué debía ordenar un poco la casa y limpiarla, todo parecía en orden hasta que sus hermanitas le recordaron que las llevaría al parque esa tarde, Mitsuya maldijo internamente, pero no quería romperle las ilusiones a sus hermanitas debido a su malestar, por lo que solamente sonrió y asintió en respuesta.

Una vez en el parque sintió que el aire fresco podría ayudarle a relajar un poco su mente y aplacar su mareo, pero no espero que una personita se colgara de su cuello nada más pisar el parque.

-¡Mitsuya!-gritaba feliz Mikey colgado de su cuello.

-¿Mikey? ¿Qué haces aquí? -preguntó tratando que el otro lo dejara respirar.

-Acompaño a Baji a comprar comida para gatos.

-No, te colaste en mi ida a comprar comida de gatos para que te comprara dorayakis -contestó el pelinegro molesto llegando junto a los otros.

Mitsuya rió ante la escena, pero se detuvo cuando el rubio empezó a olerlo insistentemente.

-¿Qué haces? -preguntó Mitsuya confundido.

-Tus feromonas se sienten extrañas -contestó con simpleza.

-Seguro es porque tengo una infección en el estómago.

Pero en lugar de apartarse el rubio siguió olfateando, hasta el mismo Baji se acercó para confirmar lo que decía el otro.

-Seguro está a punto de venir tu celo, no deberías estar afuera tan a la ligera -comentó el pelinegro.

-Ya pasé mi celo hace varios días.

Eso hizo que Mikey y Baji se miraran antes de dirigirse a Mitsuya, estaban a punto de decir algo, pero este lo evitó diciendo que debía ver a sus hermanitas para que no pelearan.

-¿Qué dijiste que tenías? - siguió insistiendo Mikey.

-Nada, no se preocupen, de seguro los gatos de Baji tienen hambre, no les quito más tiempo.

-No podemos precipitarnos si solo es un simple dolor de estómago -trató de calmar Baji a un Mikey que parecía perro de tanto que olfateaba a Mitsuya.

-No es solo dolor de estómago, seguro es algo más grave pero mi hermano no va a ir al doctor porque no podemos quedarnos solas -intervino Luna preocupada por su hermano mayor.

-¿Algo peor? -dijo Mikey tomando a la niña y sentándose junto a ella en una banca del parque- cuéntale al tío Mikey lo que ocurre para poder ayudar a tu hermanito.

-Mikey, deja de molestar a Luna -dijo Mitsuya en reproche.

-Vamos, algo pasa si hasta tus hermanas lo han notado -dijo Baji sentándose junto a Luna y cargando a Mana que se había unido a la conversación.