❝el amor esta sobrevalorado❞
₍ ♡ ₎ France Fawley es una persona muy tímida, pero tiene un corazón valiente y puro. Sin embargo, es alguien inteligente e individualista, por lo que, desde que entra a Hogwarts, prefiere mantenerse al margen de las co...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Querido Señor Fawley:
Tenemos el placer de informarle de que dispone de una plaza en el Colegio Hogwarts de Magia. Por favor, observe la lista del equipo y los libros necesarios. Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos su lechuza antes del 31 de julio.
Muy cordialmente, Minerva McGonagall
Directora adjunta
ESA ERA LA SEXTA VEZ QUE LEIA LA CARTA y le seguían temblandolas manos; además de preguntarse de si era una estafa o no. Pues su magia no era tan impresionante, incluso, llego a creer que era un squib. Pero ahí estaba, el pase que le permitiría ser un mago reconocido y respetado.
Tal vez solo tenia 11 años, pero ya había trazado un plan para su estancia en Hogwarts; primero, se enfocaría sus estudios, nada de amigos, solo estudios, luego, seguiría estudiando, despues, seria un prefecto y por último un premio anual. Y, sobre todo, no debía meterse en problemas, en absoluto, tenia que pasar por desapercibido, pero a la vez, tenia que destacar.
Quizás, para que las cosas sean más fáciles, seria amigo del director y luego...
—¡France, apúrate! ¡Llegaremos tarde!
Su madre gritó desde la sala, despertándolo de su ensueño y por fin, France recordó que ya era el día en que iría a Hogwarts. Con rapidez, el chico guardo la carta en uno de los bolsillos de su chaleco y se apresuro en bajar.
Inmediatamente, su padre lo sujeto del brazo y en tan solo unos segundos, se encontraba en el anden nueve y tres cuartos. Cuando vio el tren que lo llevaría a Hogwarts, su cuerpo empezó a temblar y sus manos se pusieron sudorosas. Estaba nervioso.
Entonces, sintió como alguien le tocaba el hombro. Cuando se giro, su padre, con los ojos entrecerrados y con una sonrisa enternecida, se agacho para estar a su altura; al parecer, le iba a dar un discurso de vida.
—France, he visto como no parabas de temblar desde que salimos. No seas tímido, recuerda que no nos veremos hasta las vísperas de navidad —dijo su padre con neutralidad, para luego abrazarlo.
Vio a su madre cargando a su hermana menor, Odette, quien no le dirigía la palabra desde que había recibido su carta. Tal vez, si no hubiera sido tan apegado a ella, posiblemente no le dolería tanto dejarla. Temía que Odette no pudiera cuidarse sola en su ausencia, solo tenia 8 años, necesitaba de atención y amor, siendo él quien le brindaba todo eso.