"Las pesadillas de Choi Han"

Cale había emprendido un viaje rápido sólo con Choi Han ya que en ese momento, Raon se encontraba con Eruhaben.

Los dos habían llegado a su destino en la noche, se trataba de un pequeño pueblo, muy cerca de ahí Cale haría un negocio por debajo de las miradas para conseguir más dinero. Pero como era noche, decidieron ir a un hotel para salir a primera hora de la mañana.

"Dos habitaciones," pidió Cale al administrador.

"Lo sentimos, debido a las fiestas, ya no tenemos más habitaciones individuales, sólo nos quedan habitaciones dobles," le respondieron.

Cale lo pensó por un momento y se giró a ver a su caballero para obtener una confirmación de su parte. Para él no había tanto problema en compartir una habitación, mucho menos con Choi Han, con quién había comenzado a sostener una relación, pero todavía quería respetar su decisión.

"Esta bien, Cale-nim," le dijo con una suave sonrisa.

Al contrario de lo que se esperaba, el pelinegro no mostró disgusto o incomodidad. Él realmente habría pedido dormir cerca de Cale en cada ocasión que salieron juntos sino fuera porque sabía que tenía al mejor protector de todos a su lado. Sin embargo, ese no era el caso ahora, y no quería separarse de él.

Hace poco los dos habían confesado sus sentimientos, y al ser primerizos en el tema, realmente su relación no había cambiado mucho. Tal vez era porque Cale no tenía un lado romántico o muy afectuoso, pero Choi Han no tenía problemas con ello, así era como él lo quería y no cambiaría nada de su personalidad. Además que el espadachín también tenía un poco de culpa ya que sus intentos de iniciar un coqueteo habían sido confundidos con su personalidad servicial de siempre. Después de todo, para las personas a su alrededor, era normal que Choi Han estuviera siempre detrás de Cale, cuidando de él y diciendo lo maravilloso que era.

Esa era la razón por la que nadie sospechaba que eran una pareja en realidad.

Después de que les entregaron las llaves de su habitación, se dirigieron hacia allí. El pequeño cuarto no era muy grande pero sí lo suficiente para albergar dos camas individuales.

Choi Han rápidamente fue a acomodar sus cosas a un lado de su cama con mucha diligencia. Cale también siguió el ejemplo luego de observarlo. Debido a que ya habían cenado, ninguno de los dos tenía más planes qué hacer salvó ir a dormir.

"Ve a dormir primero, Cale-nim, yo haré guardia."

"Está bien, pero tú también debes ir a dormir porque mañana tendremos un día muy movido. No te preocupes, tengo una manera para enterarnos si algo malo nos acecha." La mano de Cale estaba sosteniendo el látigo de los elementales mientras hablaba.

Choi Han se le quedó mirando un momento, parecía incómodo por alguna razón, parecía que iba negarse al pedido de Cale. Sin embargo la mirada satisfecha que su pareja le había dado, después de dejar el látigo a un lado de su almohada, no le permitió decirle que no.

Cale dio ligeras órdenes a los elementales para que no lo molestaran al menos que algo urgente sucediera. Se recostó mientras dejaba el látigo en su mano y tan pronto cerró los ojos, se quedó dormido.

El espadachín notó que la respiración del otro era pesada, su pecho subía y bajaba de una manera muy calmada. ¿Qué tan cansado debía estar como para poderse dormir tan rápido? Choi Han tenía una suave sonrisa mientras pensaba eso y lo observó con cariño por mucho tiempo antes de sentirse cansado.

Se recostó suavemente tratando de no hacer ruido, y al igual que Cale, dejó su espada muy cerca de él, a un lado de la cama. Aunque le tomó más tiempo conciliar el sueño, sus sentidos estaban muy alertas y seguía escuchando la respiración baja de al lado. Usó lo parte de su concentración para escuchar atentamente ese sonido de inhalación y exhalación, y debido a su gran capacidad auditiva, incluso logró escuchar los latidos de Cale.