❛Fotografiando Mi Destino❜ ʲᵏ ┃Esᴄʀɪʙɪᴇɴᴅᴏ

|Cap.7|

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Su alarma sonó despertando a la soñadora Johana de su profundo sueño. Sus manos desordenaron y tumbaron todo lo qué se interpusiera entre ella y su despertador y con un poco más de esfuerzo consiguió apagar la alarma de su movil.

Intentando recuperar el sueño cerró sus ojos, pero el mismo ya había abandonado su cuerpo automáticamente sonó la alarma. Cansada aún y sin ningún nuevo trabajo hoy se levantó en dirección a la cocina.

El insoportable celular volvió a sonar dando a conocer a Johana qué Jisoul la estaba llamando.

Pesadamente contestó.

— Al fin contestas.— Habló aquella voz grave, la cual no pertenecía ni por cerca a Jisoul.

— ¿Tae?— Preguntó tallandose sus ojos mientras dejaba salir un leve bostezo.

— Si, soy tú “jefe”.— Johana rodó los ojos.

— Si si, ¿Qué se le ofrece de mi, “jefe”?

— Como sabes te garantizé tener unos días de descanso. ¿Cierto?.

— Si, ¿Ocurre algo?.

— Lamento decirte qué no vas a poder tenerlos.

— ¡¿Qué!?

— Bueno, por hoy si puedes descansar pero mañana necesito qué estés aquí y disponible.

— Agh, ok.

— Ah porque con Taehyung si eres responsable pero conmigo....¡NADA!

Esa voz chillona.

— Buenos días , Jisoul.

— ¡Días! Porque “buenos” no tengo ningún día.

La castaña sonrió.

— Nos vemos mañana, debo hacer unas cosas.

— Si claro SeñoritaOcupada.

La llamada terminó y aquella chica recién levantada con un pijama de perritos, el maquillaje corrido y absolutamente todo el cabello hecho un desastre, abrió de par en par las ventanas de la sala de estar. Causando consigo que una inmensa cantidad de luz mañanera chocara directamente con sus ojos cegandola.

— ¡Agh maldición! ¡Malditos rayos del sol!

Decía mientras intentaba recobrar la visión frotando sus ojos.

— Muy bonita pijama, vecina.

Aquella voz llegó perfectamente a los oídos de Johana haciendo qué se exaltara y diera un paso atrás.

Su vista se fue recuperando y lentamente consiguió ver a aquel chico qué mantenía una sonrisa de oreja a oreja mientras la veía.

— Me parece de muy mala educación vigilar a los demás.

— No te estoy vigilando.—— Comentó el peli-negro desde la ventana de la sala de estar de su casa.—— Solo que, tu ventana y la mía están lo suficientemente cerca como para ver a través de ellas.