Completos desconocidos [En proceso]

C A P I T U L O - 03

Estoy viva gracias a la pastilla que tome en casa de mi padre.

Y bueno gracias a el desconocido que me dio la pastilla, del que aún no se su nombre y mi curiosidad aumenta más porque no se quien sea el y tampoco se que abra pasado con nosotros dos, solo sé que es amigo de Maggie. Uff gran información —pienso con ironía.

—Hija, despierta que ya se te hace tarde para que vayas a estudiar —grita mi madre. 

No le hago caso porque aún me siento algo cansada, pero sé que tengo que alistarme antes de que ella venga a gritarme en la cara. Después de cinco minutos de pensar, le contesto a mi madre. 

—Si mami, ya me estoy cambiando. 

Me visto y bajo lista con mi mochila en la mano. Mi madre está lista también. 

Nosotras tenemos una rutina ella me deja en el instituto y luego se va a su trabajo. 

—Te ves hermosa, mami.

 —Gracias mi amor, tu también te ves hermosa.—deja un beso en mi mejilla y toma las llaves del auto. 

 ༺♡༻

Ya hace dos semanas habían empezado las clases y aún me cansaba despertarme temprano, sino fuera por mi madre llegaría tarde a estudiar. Me siento en el lugar de siempre y espero a que llegue Max. 

Mientras tanto hablo con mis compañeros de salón y me es imposible no reírme a carcajadas cuando estoy con ellos. 

La profesora entro al salón y el nunca llegó. 

—Alumnos guarden los celulares que la clase ya va a empezar. 

Hago caso a la profesora y como dijo las clases empiezan. 

—Alumna Darla, pase a la pizarra y resuelva los problemas. 

—Okey profesora —me levanto de mi asiento y voy a resolver los problemas—,listo termine. 

—En tiempo récord termino, puede sentarse alumna.—me dedica una sonrisa. 

Me siento y copio lo que está en la pizarra. 

Siempre es lo mismo soy una alumna ejemplar y la profesora me lo recuerda todo el tiempo, pero no me gusta que me compare con mis compañeros, me asusta que ellos puedan sentirse insuficientes por culpa mía y es horrible pensar eso. 

Claro esta que esta academia tiene a alumnos muy inteligentes, entre ellos están los mas competitivos; Adara Clark y Casper Bernad. 

Y reconozco que a veces los veo como una competencia, siempre obtengo el tercer puesto porque ellos se esfuerzan demasiado por tener el primer puesto, son muy competitivos y exigentes con ellos mismos.

Adara es mi vecina y un tiempo fue amiga mía, hasta que me aislé y deje que mis problemas y emociones me guiaran, todo empezó a ir mal y ella se alejo de mi, admito que a veces extraño a la rubia oxigenada.

Ah y a Casper lo conocí acá en el instituto fue de las primeras personas con las que hable y tenemos una amistad pero de ahí no mas, el es muy reservado y siempre dice las cosas sin pudor alguno, tan simpático el gasparin. 

Pero bueno después de todo gracias a mis conocimientos pude obtener una beca en el instituto más prestigiado de esta ciudad, todo fue parte de mi esfuerzo. 

—Listo alumnos, terminamos por hoy y recuerden tienen plazo hasta pasado mañana para entregar los trabajos. —comunica la profesora y agrega—Darla me tienes que acompañar a la dirección unos minutos. 

Alzo la mirada y veo que la profesora no está bromeando, ¿Por qué quiere que vaya con ella ala dirección, acaso hice algo malo?

—Esta bien profesora.—recojo mis cosas de la mesa y me voy en silencio detrás de la profesora. La profesora toca la puerta y escucho como la directora nos dice que entremos. 

Ella está sentada en su silla muy tranquila de la vida mientras que yo estoy muriéndome de nervios. 

Veo a un joven que está sentado al frente de ella y parece ser un alumno nuevo. 

—Buenas tardes directora —saludo amablemente— ¿Necesita mi ayuda en algo? 

Que sea eso, que sea eso, que necesite mi ayuda. 

—Buenas tardes señorita Darla, si necesitamos de su ayuda —hace un gesto con su mano invitando me a sentarme y agrega— .Déjenme presentarlos. Darla el es un nuevo estudiante y necesita apoyo para ponerse al día en las clases, y quién mejor que la mejor alumna del instituto para ayudarlo. 

—Lo olvidaba también tendrás que enseñarle el colegio completo y ayudarlo cada que no sepa algo —su tono de voz demandante.

El chico por primera vez en toda la conversación me miro y suelta una pequeña risita. 

—Sera un gusto estudiar contigo Daa...—deja la última palabra al aire y la completo automáticamente. 

—Darla, ¿Tu nombre es? 

—Diego, me llamo Diego

—Bueno ahora que se conocen, ya pueden irse a su salón.—ordena la directora y nos da una sonrisa amable. 

Salimos de la dirección y suelto todo el aire que había estado conteniendo. 

—¿Cómo haríamos? —pregunta el chico. 

—¿Haríamos de que? —pregunto curiosa. 

—Las clases para que me ponga al día, en que estabas pensando, pequeña Darla. 

¿De dónde salió tanta confianza para que me hable como si fuéramos amigos? 

—Ah claro tienes razón... Apunta mi número y coordinamos por mensaje, ahora tengo que ira clase. 

Le dicte mi número y listo, me giro en dirección a mi siguiente clase pero me detengo enseco al escuchar hablar a Diego. 

—Vamos juntos. 

Lo miro confundida y pone los ojos en blanco. 

—Vamos al mismo salón de clases, que no se te olvide. 

Claro, ahora es mi compañero de clase y yo soy prácticamente su tutora.Vamos caminando por los pasillos y todo el mundo se nos queda mirando. 

—¿Cuántos años tienes? —cuestiona Diego. 

—Eh tengo diecisiete y ¿tú?

—Tenemos la misma edad parece que nos llevaremos bien. —su tono de voz suena feliz, y me preguntó el por qué. 

—Si podremos ser muy buenos amigos. 

Llegamos al salón y menos mal el profesor aún no llega. Me siento dónde siempre y veo como Diego se sienta a mi costado. El profesor entra al salón y nos saluda. 

—¿Qué clase es está? —pregunta en un susurro. 

—Clase de literatura, tienes que sacar tu libro y realizar las primeras hojas del libro. 

—¿!Utilizan libro!? —chilló y fallo en el intento de no hacer ruido. 

—Si utilizamos libros pero no era para que grites, vas a llamar la atención de los demás. 

—Bueno no traje un libro. —se encoge los hombros.

—Lo haremos juntos, si no te molesta claro. 

—Claro que no me molesta pequeña Darla.—pone una de sus manos sobre mi cabeza y me desordena el cabello. 

—!!Oye¡¡ —grite y pude darme cuenta de lo que hice por que todos nos miraban con curiosidad. 

Trágame tierra