Viridian

Capitulo 11: al borde de la destrucción

"Zuku..." Izuku miró a Shouta. Estaba sucio, cubierto de suciedad, mugre y sangre, pero Izuku tampoco era mucho mejor. Habían pasado dos meses desde la muerte de Hizashi, y los dos estaban empezando a recuperarse lentamente . Fue difícil, increíblemente, para los dos pesimistas recuperarse.

En un momento, poco después del incidente, Shouta sugirió terminar con todo. E Izuku casi había estado de acuerdo. Pero nunca había sido el tipo de persona que simplemente se rindiera . Además, tenía una promesa que cumplir, incluso si Shouta lo odiaba por lo que hizo.

“Shou. tenemos que _ Casi nos encuentran el otro día, y no quiero quedarme sentado esperando ansiosamente a que se acerquen a nosotros”. Izuku argumentó mientras limpiaba su espada. Nunca volvería a ser lo que era, pero de alguna manera había sobrevivido al impacto del rayo. Sorprendentemente, el metal no estaba deformado, como esperaba (¿quizás porque la carga atravesó el Nomu?), por lo que la hoja aún se podía usar. Aunque ahora tenía un patrón bastante bueno si lo sostenías contra la luz correctamente. "Le prometí que cuidaría de ti". Sí, estaba siendo un idiota y sacando la tarjeta de Zashi. Shouta se estremeció y le envió una mirada.

"No es justo."

"La vida no es jodidamente justa". Él mordió de vuelta. A Shou no le tenía que gustar, solo necesitaba seguir con vida.

Se miraron el uno al otro durante un largo momento antes de que Shouta finalmente suspirara. "Multa. Encontraremos otro lugar para establecer la base". Miró a su alrededor, desesperado.

Izuku sabía por qué dudaba tanto en irse... este lugar guardaba tantos recuerdos. De Hizashi... de Nemuri... Dabi y Higari... Tamaki... de todos los que habían amado y perdido en este infierno. Y ahora, solo quedaban ellos dos. Fue un pensamiento aleccionador.

"Gracias, Shou". Izuku le dio un abrazo y el hombre correspondió. Había sido difícil los últimos dos meses. Habían desarrollado una especie de relación de amor y odio. Shouta todavía estaba enojado con Izuku por dejar a Hizashi, e Izuku no lo culparía si nunca lo perdonaba; honestamente, Izuku no estaba seguro de perdonarse a sí mismo.

Pero al mismo tiempo, eran todo lo que les quedaba, y Shouta todavía pensaba en Izuku como un hermanito. fue mutuo Aunque últimamente, con la depresión casi paralizante de Shouta (algunos días, ni siquiera podía sacar al hombre de su catre), Izuku se sentía más como el hermano mayor. Era jodidamente difícil cuidar de otra persona.

Pero las cosas se habían vuelto peligrosas de nuevo. Se habían quedado en este lugar durante casi tres años, ahora. Se habían vuelto complacientes, y les costaría muy caro a menos que abandonaran esta falsa seguridad ahora. Ignoró resueltamente la parte traidora de su mente que susurraba que ya les había costado muy caro.

Ya no había un lugar verdaderamente seguro en este mundo. Izuku aprendió eso hace años.

Empacaron lo que necesitaban en sus mochilas y partieron en las primeras horas de la mañana. Izuku no sabía cuánto tiempo viajaron, pero estimaba varios meses. Acamparon sin fuego, acurrucándose para calentarse mientras trataban de protegerse unos a otros del frío penetrante. Debe haber sido invierno, o algo así, principios de invierno, por lo que se siente. Aún no había nieve, pero cada noche parecía hacer más y más frío.

Se turnaban para vigilar, ninguno de los dos dormía del todo. Cada vez que pensaban que finalmente podían descansar, el grito distante, o a veces no tan distante, de un Nomu los despertaba sobresaltados.