Mira a las estrellas

• Prólogo •

-Odio ser pobre- bufo aventando mi ser a la cama.

-¿Ahora qué quieres?- pregunta mi mejor amiga Ana, con tono burlón.

-Conan Gray sacó su sencillo y no me lo puedo comprar porque me gasté lo último que tenía en...- intento pensar-. Ni siquiera recuerdo en qué me lo gasté. Odio ser pobre- repetí harta de mi vida.

-¿Necesitas dinero?- Ana rueda los ojos-. ¿Es eso?¿En serio?
 
Para ella es fácil decirlo, no tiene que ahorrar meses o esperar a que le paguen a sus padres para darse un capricho.
En cambio yo tengo que economizar lo que gane trabajando. Y eso no sería ningún problema si no me hubieran despedido de mi antiguo empleo por quedarme dormida. En mi defensa, era de noche y estaba desvelada por estudiar un día antes.
Pero ahora no podía hacer nada, mis papás tampoco tenían dinero de sobra para darme por un disco y tampoco iba a hacer un berrinche por eso.

Hice un ademán de tomar una almohada para abrazarla pero Ana la agarró primero y la apretó entusiasmada.- Ahora que lo recuerdo, la mamá de la mejor amiga de mi hermanito necesita un tutor. Para su hija, no para ella.-

Al terminar de procesar esa frase reaccioné.

-Pero yo no soy tan buena en la escuela. La prepa apesta- digo recordando porqué me corrieron del empleo.

-Es una niña de trece años, tú eras la mejor de la clase en secundaria.- En eso tenía razón.

-Y, ¿Cuánto pagan?

-Eres una interesada. Deberías hacerlo por el futuro de una dulce e inocente niñita- dice mirándome con desaprobación.

-Si te soy sincera, me vale un carajo esa niñita. Necesito ¡EFECTIVO!- respondo poniendo énfasis en la palabra efectivo.

Ana suelta una risita. -Ya lo sé. Solo quería molestarte.- Saca su celular y comienza a teclear- ya le pregunté que si tenía el puesto libre, solo falta que conteste.

Pasan unos minutos en los que solo veo a Ana trenzando su pelo castaño y perdida en sus pensamientos hasta que suena una notificación. Ana reacciona y ve el teléfono.

-Dice: Hola, Mariana. Muy buenas tardes. Espero te encuentres bien - suelta una risita.- que finura. - comienza  a hacer una voz ¿elegante?- Le informo que el puesto sigue libre por si todavía le interesa. Solo le pido que si le está hablando de la oferta a alguien ese alguien tenga experiencia para poder aconsejar a mi niña. Cualquier tipo de dudas yo se las puedo contestar. Gracias. 

~Atentamente~ Carla Rossi.

Suspira.- Bueno, ahí lo tienes. ¿Qué piensas?

-No voy a tomar ninguna decisión hasta saber la paga- contesto, digna.

-Ya le voy a preguntar, loca. - teclea algo y al instante le contestan.- Dice que 400 pesos el día por un mes.

-Y ¿Eso está bien?

- Yo qué sé. ¿Cuánto cuesta ese disco que quieres?

-Doce dólares- le digo haciendo cuentas en mi cabeza.-

-En pesos mexicanos, hija.

-Son como doscientos cuarenta pesos, más o menos.

-Dosc... ¡PERO SI ESO ES MUY POCO!. Pensé que valdría como ochocientos mil pesos para que no te lo pudieras comprar- me regaña.

-No creo que un CD valga tanto. Aparte, CD o no, necesito un empleo.

-Okeyy, tienes razón, ¿Le digo que sí?.- asiento, no sé si será una buena idea.- Listo, comienzas el lunes a las 4 PM.

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Nota de la autora:

¡¡¡Holiii!!!

¿Cómo están?

Espero que bien.

Bueno, esta es una historia en proceso en mi mentecita, no sé cómo va a acabar ni nada, okey? Pero voy a ir pensando en eso más adelante.

Ah, y antes de olvidarme, me disculpo de antemano por las faltas ortográficas. Si me corrigieran estaría genial.

Anyways, gracias por leer hasta aquí. Adiós. :)