ºIt's Not A Dreamº -MewGulf-

Capítulo 10

POV Gulf.

Realmente no sabía por qué me había pasado eso... ¿un ataque de pánico? Quizás fue por sobre-pensar tanto las cosas, sabía que debía calmarme... pero igual seguí imaginando a Mew y a Art juntos.

Abrí los ojos, encontrándome a Mew durmiendo a mi lado. Miré el reloj, 06;37AM.
¿Había dormido hasta el otro día...?
El sol apenas se veía.
Me recosté a un lado de Mew, simplemente para contemplarlo dormir.
Repasé cada una de sus fracciones con mis ojos y acaricié su cabello suavemente por varios minutos, hasta que me levanté y fui a hacerme algo para desayunar. Realmente sentía algo de hambre, después de todo, no había comido nada desde ayer en la mañana.

Saqué de la alacena pan de molde y del refrigerador mermelada. Me preparé eso y puse a funcionar la cafetera. 

Me senté en el sofá mientras veía hacia la ventana. Me sentía de una manera... ¿Rara? Sé que amo a Mew, pero algo dentro de mi me hace dudar de mi amor hasta de mi propia madre. 

¿Y si Mew realmente no me amaba? No soy la misma persona que fui en su sueño, si, soy más su pareja que su fan ahora. 

Sé que soy una persona joven, Mew y yo tenemos una diferencia de edad, y estamos en diferentes etapas de nuestras vidas.

Él debe querer formar una familia y ser feliz. Pero, ¿yo quiero eso?

Necesito pensar bien lo que quiero y si estoy cien por ciento seguro de estar con Mew, bueno, sé que quiero algo con él. Pero yo tengo que prepararme mental y emocionalmente para el día en el que él ya no quiera estar conmigo.

Porque, soy realista, sé que él no va a querer estar toda la vida conmigo, ¿No? 

Estoy seguro de que un día de estos ser puede aburrir de mi, se puede cansar de mi o puede simplemente ya no quererme.

¿Y si Mew realmente solo está conmigo por lo que soñamos? 

Después de todo es algo tonto si lo piensas bien, tuvimos un sueño en común en el que tenemos una vida juntos, entonces decidimos estar juntos. 

No nos llegamos a conocer bien realmente. En mi sueño, Mew era de la manera que yo quería que fuera, y viceversa. 

¿Amo a Mew o es algo que queda de mi obsesión?

¿Siento amor realmente por Mew?

Sacudo mi cabeza de un lado a otro, tratando de que esos pensamientos desaparezcan.

Me levanté y me dirigí hacia la cafetera para servirme un café, si, eso era lo que necesitaba, una gran taza de café.

Saqué una taza al azar de la alacena y vertí el café en ella. Volví a mi lugar en el sofá y seguí mirando por la ventana. El sol apenas se asomaba, la mañana es cálida. 

El pequeño aire que entra por la ventana de la cocina me pega en la nuca, me dan escalofríos. 

Le doy un largo sorbo a mi café  mientras mantengo mi mirada fija en la misma ventana. 

De repente siento al sofá hundirse a mi lado, giro mi vista hacia mi derecha, encontrándome con Mew, quien me sonríe aun adormilado.

- Es temprano. - Le digo.

- Lo sé. - Me responde.

- ¿Que haces despierto tan temprano? - Le pregunté.

- No estabas en la cama. - Me respondió.

Mew se acercó a mi y me abrazó por los hombros, se sentía tan bien, estar en sus brazos. Me siento seguro aquí. 

Me separo un momento de él para dejar la taza con café en la pequeña mesa frente a nosotros.

Me abrazo a su cuerpo como si fuera un koala, estar a su lado se siente tan bien,  no quiero irme de aquí, en sus brazos soy feliz, me siento seguro. 

Me estoy contradiciendo a mi mismo, pienso en irme, pero ya no quiero. 

Me siento en casa, este es mi lugar seguro, Mew es mi lugar seguro, no quiero perderlo.

- ¿Estas bien pequeño? - Me preguntó.

- Lo estoy. - Le respondí.

Besé su mejilla y me volví a sentar a su lado, tomé mi taza de café otra vez y bebí mientras lo veía. 

- ¿Quieres que te prepare algo para desayunar? - Le pregunté, mientras le sonreía levemente. 

- No hace falta cariño, yo haré algo, tú disfruta tu café. -

Le sonreí nuevamente, esta vez mostrando mis dientes. 

Dejó un plato con pan y mermelada.

Lo había olvidado.

- Gracias. - Le dije.

- No es nada, cielo. -

Volteé y vi como Mew comenzaba a prepararse algo para desayunar.

- Mew. - Lo llamé.

- Dime. - Dijo sin voltearse. 

- Te quiero. - Le dije.

Esta vez si se volteó, me sonrió.

- También te quiero. - Dijo, y me lanzó un pequeño beso. 

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