Parte 3 - III

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En el transcurso del recorrido del autobús hasta la plaza comercial a la que se dirigía, Kai no dejó de pensar en la plática que tuvo con Soobin . ¿Tan mal omega era?, cuando era más pequeño, y hasta hace unos meses atrás, su madre le decía que sería un buen omega. Tenía caderas anchas para tener cachorros, y muslos gruesos, la cosa favorita de los alfas. Los alfas amaban a los omegas con carne de donde agarrar o morder durante sus celos, ellos no querían a un omega escuálido y sin chiste. Kai tenía todo eso. A veces pensada que Soobin era un alfa ‘especial’ y no le gustaban de ese tipo, como él. Aunque, de ser así, no lo hubiese llamado para ayudarlo en su celo. Y tampoco sus muslos debieron de haber quedado completamente magullados de tantas mordidas y apretones que le daba. Aún cree tener marcas de ese día, y fue hace poco más de 4 meses.

¿Será que el alfa de Soobin no sentía nada al tener a Kai cerca? Porque Kai si sentía, y mucho. Hasta cuando no estaban cerca, su omega aullaba en su interior por ir en busca del alfa y verlo cuanto menos, un segundo. Cuando estaban cerca, su omega chillaba por atención del alfa y dejaba salir un dulce olor para demostrárselo, y no dejaba de hacerlo hasta que Soobin lo mirase, aunque sea, de reojo. Al castaño siempre le pareció atractivo el alfa, en ocasiones lo veía por la escuela y pensaba que tenía una bonita sonrisa, porque si, había visto a Soobin sonreír, pero sólo con sus amigos, y cuando eso pasaba, podía jurar que entraba en algún tipo de trance por lo sumamente hermoso que se veía con las comisuras de sus labios elevadas y unas tiernas arruguitas a los lados de sus ojos. Nunca había sentido la necesidad de estar todo el tiempo a su lado o al menos, tener algo que oliera a él para calmar su sed. Él piensa que es el embarazo que lo deja así. Tal vez, el bebé necesitaba protección, más de la debida.

El autobús para justo fuera de la puerta del centro comercial. Se dirige hasta la sección de restaurantes, donde lo espera Beomgyu , su mejor amigo, un adorable omega de cabello rojo. Es un chico delgado, él no tiene los muslos rellenos o caderas anchas como Kai, pero a Yeonjun parecía gustarle así. Tal vez muy en el fondo, Kai deseaba que con Soobin fuera igual.

―Hola NingNing, ¿cómo estás?―Él ya está en una mesa, solo y comiendo algo de ramen, de esos que vienen dentro de un vaso mediano.

―Hola, gyunnie. Algo cansando, ¿y tú?

―Estoy bien, gracias―toma un par de palillos junto al vaso de ramen extra que había comprado y se los pasa a Kai para que comiera también―. Pensé que debías estar hambriento.

Y sí; mucho. La manzana que comió en la mañana no había sido suficiente. Su estómago rugía y ardía por ser llenado de lo que sea.

―Bastante. ―revela, quitando el papel de la parte superior y recogiendo un poco de fideos con la punta de los palillos.

―Y... ¿cómo es la vida con Soobin ? ¿te trata bien? Yeonjun dice que es algo bruto contigo.

¿Qué debía contestarle? ¿Qué el alfa era un puto mamón con él, o que apenas y hablaban?

―Sí, lo es. Bastante. Pero no solemos hablar mucho, ¿sabes?, sólo lo necesario.

―Pero, la comunicación con el alfa durante el embarazo es importante, NingNing.

―Cuando es tu alfa, tal vez si.

―Soobin es tu alfa, Kai.

―No, Beomgyu ―niega su cabeza en un suave movimiento. El rumbo el cual estaba tomando la conversación hizo que su hambre se esfumara por unos instantes. Jugó con las mangas largas del suéter de Soobin mientras se relamía los labios―. No lo es. Él me lo dijo hoy.

― Pero... si Soobin no fuera tu alfa, tu embarazo no iría nada bien.

―Es que... yo lo siento, ¿bien? pero Soobin no. El dice que porque vayamos a tener un cachorro, no significa que yo soy su omega.

ᴠᴇɴ ᴀϙᴜɪ́ ʏ ᴀᴍᴀᴍᴇ // ADAPTACIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora